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MÉXICO, DF.- En Pomuch, una de las comunidades indígenas de Campeche, los habitantes sacan a sus muertos de las tumbas después de tres años de fallecidos, cuando los cuerpos se han descarnado y los huesos están fracturados.
Los guardan en una pequeña caja de madera, los limpian y los colocan sobre un paño limpio. Con este rito celebran cada año el Día de Muertos.
En otra parte de esa misma región, cerca de la isla de Jaina, lugar donde los mayas enterraban a sus muertos, se les coloca de pie al momento de sepultarlos.
De esta manera el cuerpo se descarna más rápido y por la gravedad se fractura con más facilidad, por lo que en un año tienen consigo a su muertito para ponerlo en un nicho e iniciar el rito en menor tiempo.
Este tipo de fiestas que mezclan los ritos mayas con la religión católica, despertaron el interés del fotógrafo mexicano Guillermo Castrejón, quien documentó gráficamente 20 de las más de 100 celebraciones que anualmente se realizan en Campeche, fiestas que reflejan la devoción del pueblo, su sensibilidad para vivir el infortunio, para valorar la vida y para enfrentar la muerte.
Ritos Campeche es un libro que reúne más de 200 imágenes que Castrejón captó a lo largo de dos años, durante los que se involucró con los habitantes de cada comunidad junto con la reportera Nancy González. Ambos consiguieron el permiso de los diferentes pueblos para ver, conocer y adentrarse en las creencias ancestrales de los campechanos.
?El propósito era ver qué pasa en esas fiestas y quiénes participan. Lo que me encontré es que en su cotidianidad hay una gran cultura, por lo que me interesó mucho narrar sus fiestas, pero no como un hecho folclórico, sino a través de lo que representan para ellos. De alguna manera fue como tratar de robarme sus emociones?, explica Castrejón.
La reportera y el fotógrafo recorrieron 20 comunidades de todo el Estado en las que se encontraron con ceremonias sincréticas como la celebración a la Virgen de la Asunción, al Cristo Negro, la Fiesta de los Osos, la procesión de San Joaquín, la peregrinación de la Virgen del Carmen, la Fiesta de los Reyes Magos y la de El Caballero del Fuego, entre otras..
?Hay muchas de sus fiestas que están en peligro de extinción, pero el propósito del libro no es rescatar ni alertar, sino ofrecer una interpretación de las fiestas que viví, a través de las emociones?. Las imágenes en blanco y negro lo mismo reflejan el orgullo de los habitantes que tienen el honor de cargar a San Joaquín en la procesión por las calles de Palizada, que la expectación de los niños del pueblo de Lerma por el paseo de las cabezas de cochino por las calles durante la celebración de los Reyes Magos.
A pesar de tratarse de fiestas muy coloridas el fotógrafo cuenta que prefirió trabajar con blanco y negro porque además de que es el lenguaje que siempre ha manejado, no estaba en busca de el folclor, sino de la esencia.
?Encontré una gran esencia de emociones. Muchos me preguntan que si vi pobreza, pero siempre respondí que esa gente es riquísima de espíritu. La pobreza es lo cotidiano, pero con la esencia humana que tienen son riquísimos y eso es lo que me llevo de ellos.?
Castrejón ha participado en más de 40 exposiciones colectivas e individuales, tanto en México como el extranjero. Su obra se ha publicado en Fotografía de Prensa de México, 40 Fotorreporteros, La Mirada Inquieta, Nuevo Fotoperiodismo Mexicano y Un Monde Fait de Tous les Mondes, entre otros.
El libro Ritos Campeche tuvo una edición de dos mil ejemplares que tuvieron el patrocinio del Congreso, el Instituto de Cultura, la Universidad y el Gobierno del Estado de Campeche, así como el Fondo Estatal para la Cultura y las Artes de Campeche. Está editado por Infinitos y es distribuido por la editorial Era y Tiendas Educal.