JOHANESBURGO (Reuters) - Una paracaidista sudafricana sobrevivió a una caída en picado de tres mil 500 metros después de que su paracaídas no se abrió y se rompieron algunos cordeles del que tenía de reserva, dijo un club local de paracaidismo.
Christy McKenzie caía a tierra a más de 200 kilómetros por hora cuando su paracaídas no se abrió, dijo a Reuters.Johan Mulder, instructor jefe del Club de Paracaidismo de Johanesburgo.
"Cuando no se abrió, intentó desplegar su paracaídas de reserva y tuvo una apertura bastante difícil. Un par de cordeles se rompieron, por lo que no se abrió totalmente", declaró.
Esto supuso que su descenso siguiera siendo peligrosamente rápido. Unas líneas eléctricas pararon su caída y pudieron salvarle la vida. Sobrevivió con una fractura en la pelvis.
"Es extremadamente, extremadamente excepcional (...) no hay precedentes de esas anomalías en los paracaídas de reserva", dijo Mulder. Añadió que el equipo estaba siendo enviado al fabricante para determinar por qué no funcionó adecuadamente.
El periódico Johannesburg Star citó a McKenzie, una experimentada paracaidista de caída libre, diciendo desde la cama de su hospital: "Saltaré de nuevo".
El incidente se produjo en Carletonville, 70 kilómetros al oeste de Johanesburgo.