EFE
ANKARA, TURQUÍA.- Un muchacho de 16 años ha sido encontrado vivo tras pasar más de 130 horas, cinco días y medio, enterrado bajo los escombros del edificio de once plantas que se desplomó en la provincia de Konya, en Turquía.
Según los médicos que le prestaron los primeros auxilios, el muchacho, Muhammet Kalem, que se hallaba en la planta baja del edificio cuando éste se desplomó, se encuentra en buen estado.
La aparición del muchacho fue celebrada con gritos de entusiasmo por los trabajadores que participan en las labores de rescate. Omer Cevikbas, jefe de la cuadrilla que rescató a Kalem, dijo que vio los ojos del muchacho a través de un hueco entre los escombros.
“Vimos que un tubo de plástico se movía. Cuando miré hacia abajo por un hueco, vi sus ojos. Fue algo sorprendente. No puedo siquiera describir lo feliz que estoy”, dijo Cevikbas a la cadena privada NTV. “Nos preguntó qué día era y agregó que tenía hambre y sed”.
Después del rescate, las cuadrillas pidieron que las personas en el lugar guardaran silencio, de modo que permitieran escuchar si había alguna señal más de vida bajo los restos del inmueble. El derrumbe fue atribuido a defectos en la construcción del edificio. El viernes, un tribunal turco presentó cargos contra los dos constructores.
El doctor Riza Saribabci, médico jefe del Hospital Numune de Konya, señaló que Muhammet está consciente y en buen estado, pero no precisó cuándo podrán darle el alta.
“Normalmente una persona puede sobrevivir cuatro días sin agua. Lo de Muhammet ha sido un milagro”, dijo Saribabci.
“En lugar de resistir, Mohammet durmió mientras estaba bajo los escombros. Eso le ayudó a sobrevivir (porque) su cuerpo no consumió mucha energía. Está consciente y responde a las preguntas correctamente”, precisó.
El muchacho ha dado incluso información sobre dónde pueden encontrarse otras personas aún desaparecidas, continuó el médico. “No bebí nada ni comí nada. No sé cuántos días he pasado bajo el edificio”, dijo el pequeño mientras era trasladado al hospital.
Los once pisos del lujoso edificio de la avenida Kirkuk de Konya se desplomaron el pasado lunes a las 20:30 hora local y según fuentes oficiales 144 personas vivían en los 37 apartamentos del inmueble. Hasta el momento se han encontrado 67 cadáveres, el último de ellos, tras el rescate del muchacho, mientras que se ha logrado rescatar a 28 personas con vida.
El padre de Muhammet, Ahmet Kalem, tiene a su mujer y a otro hijo todavía desaparecidos, pero ahora se muestra esperanzado al encontrar al muchacho: “Él me ha dicho que puede haber otros sobrevivientes. Puede que mi hijo mayor y mi mujer sigan vivos en alguna parte (de los escombros). Habíamos perdido toda esperanza y hasta teníamos preparada la tumba de Muhammet. A Dios gracias, ha vuelto”, dijo.
