16 de marzo de 2004.
Massachusetts, EU. (AP).- Un nicaragüense que se desempeñó como soldado en el ejército de Estados Unidos y se negó a regresar a Irak, se entregó el lunes a las autoridades militares, diciendo que busca ser considerado objetor de conciencia.
El sargento Camilo Mejía, de 28 años, se entregó a dos policías en la puerta de la base aérea. Estaba acompañado por su abogado.
Mejía, oriundo de Nicaragua, es un residente permanente de Estados Unidos que laboró en el ejército durante tres años. Anteriormente estudiaba en la Universidad de Miami.
Una multitud de activistas alentó a Mejía con gritos de "Te queremos" y "Que Dios te acompañe".
Mejía estuvo en Irak desde marzo hasta octubre del 2003, cuando se tomó licencia y regresó a Estados Unidos. Desde entonces no regresó al ejército.
"Le estoy diciendo no a la guerra. He elegido la paz", expresó Mejía antes de presentarse ante las autoridades militares. "Fui a Irak y fui un instrumento de violencia; ahora he decidido convertirme en un instrumento de la paz", sostuvo en rueda de prensa.
El abogado de Mejía, Louis Font, cree que su cliente es el primer soldado que se entrega después de negarse a regresar a Irak. "No he cometido un crimen y no tengo por qué huir", dijo Mejía.
Font indicó que Mejía buscará una baja administrativa del ejército, ya que se considera un objetor de conciencia. Dijo que su cliente nunca recibió una notificación oficial de que era considerado ausente sin permiso.
Mejía comenzó su licencia de 14 días el 1 de octubre y debía regresar a sus tareas el 16 de octubre.
