EL SIGLO DE TORREÓN
TORREÓN, COAH.- A fin de recabar más evidencias en contra de los tres implicados en el homicidio de Griselda Salazar Lozano, quien fuera estrangulada con una de sus prendas íntimas el 20 de abril de 2003, por sus compañeros de parranda, el Ministerio Público solicitó al juez penal la ampliación del arraigo por siete días más.
Gerardo Villavicencio Valdez, titular de la Coordinación “B” del Ministerio Público de Delitos Contra la Vida y la Salud Personal, tras manifestar lo anterior consideró que esto no se trata de ningún inconveniente, toda vez que la ley lo permite y además al obtener más pruebas en contra de los inculpados, el caso se reforzará para lograr su formal prisión.
José Luis Domínguez Quiñones, “La Coyota” y/o “La Claudia”; Roberto Valle González, “El Panga” y Daniel
Alejandro Morfín Meza, “El Norte”, permanecen bajo arraigo desde el 22 de julio y se les venció el seis de agosto.
El funcionario de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) recordó que el cadáver de quien en vida llevara el nombre de Griselda Salazar Lozano, de 27 años de edad, con domicilio conocido en el ejido Hormiguero, municipio de Matamoros, Coahuila, fue encontrado la mañana del 21 de abril de 2003 en un pequeño lote baldío de la colonia Santiago Ramírez.
Violeta Salazar Lozano, de 29 años, hermana de la occisa, hizo la identificación judicial del cuerpo y además proporcionó algunas pistas para dar con el paradero de los presuntos responsables de la muerte de su familiar.
Griselda tuvo numerosas entradas a la cárcel por faltas al Bando de Policía y Buen Gobierno, debido a que ejercía la prostitución por el rumbo del mercado Alianza y carecía de la licencia sanitaria vigente.
Investigaciones realizadas por elementos de la Policía Ministerial, establecieron que la noche antes de la muerte de Griselda, se le vio por última vez en compañía de un homosexual identificado como “La Claudia” y/o “La Coyota”.
La historia
La noche del 20 de abril de 2003, Griselda Salazar Lozano se retiró del sector Alianza en compañía de José Luis Domínguez Quiñones, alias “La Coyota” y/o “La Claudia”, en un auto del servicio público que los trasladó al domicilio de Daniel Alejandro Morfín Meza, “El Norte”, ubicado en calle Las Marías No. 374 de la colonia Santiago Ramírez.
En ese sitio se hallaba Roberto Valle González, “El Panga”, con quien estaba ingiriendo bebidas embriagantes, por lo que los recién llegados se les unieron incluso hasta inhalaron cocaína.
Cuando regresaban de comprar más cerveza, “El Panga” anunció a Griselda que quería sostener relaciones sexuales con ella, pero la mujer se negó, lo que causó el disgusto del sujeto así como de su amigo, quienes comenzaron a golpear a la joven sexoservidora.
En determinado momento “La Claudia” intervino y se le fue encima a Griselda, a la que derribó y ya en el suelo le arrancó el brassier y se lo subió hasta el cuello, donde la hizo un nudo con la prenda y comenzó a apretar lentamente, mientras que “El Panga” y “El Norte” aprovecharon para ultrajarla.
Cuando se dieron cuenta que Griselda estaba muerta, la desnudaron y la fueron a tirar un lote baldío localizado en calle Sonora esquina con Brigada de Zaragoza, de la Santiago Ramírez, lugar donde se encontró el cuerpo la mañana siguiente.
