EL SIGLO DE TORREÓN
Gómez Palacio, Dgo.- Ante la falta de un centro antirrábico la Jurisdicción Sanitaria número dos, pide a la persona atacada por un perro, cuidar al animal por un lapso de diez días en su casa para conocer si tiene rabia o no.
María del Socorro Montelongo Sánchez, jefa del Departamento de Epidemiología de la Jurisdicción Sanitaria número dos, señaló que es importante y urgente la creación de un centro antirrábico en Gómez Palacio.
Durante la semana de vacunación antirrábica canina la meta de la Jurisdicción era atender a 60 mil 480 perros, sin embargo fueron 63 mil 081 animales.
“Cada vez hay más y más perros y desgraciadamente la gran mayoría son callejeros, vamos al mercado, a la plaza y donde sea se ven, es necesario hacer algo al respecto”.
Por la falta de un centro antirrábico, aseguró, cuando una persona es atacada por un perro debe cuidar al animal en su casa por un período de diez días, por su parte personal del Centro de Salud lo visita para conocer si el can ha tenido algún cambio en su comportamiento.
“Si ha dejado de comer o se ha vuelto más irritable, si busca la oscuridad, para comenzar a sospechar si tiene rabia, el perro debe estar en observación y en un lugar aparte con sombra y amarrado para que no se pueda escapar”.
Cuestionada sobre los motivos por los cuales el centro antirrábico no ha sido construido, dijo: “es que entran muchas cuestiones, aquí debe intervenir el Gobierno del Estado y el Gobierno Municipal”.
La epidemióloga dijo que la Jurisdicción mantiene de manera permanente la vacunación antirrábica, además de la semana nacional donde se logra atender a un gran número de perros, pero en el caso de los callejeros hay poco qué hacer.
Quienes sean víctimas del ataque de un perro deben acudir de manera inmediata al centro de salud para su atención médica. Montelongo Sánchez aseguró que en la colonia Parque Hundido, lugar donde un animal mordió a la menor de edad que se encuentra hospitalizada en la Clínica de Especialidades número 71 de Torreón, se llevan a cabo las acciones correspondientes.
“Se fumigaron algunas casas, se bañaron perros, les vamos a dar pláticas sobre el cuidado de los animales porque a veces no los vacunan, pues no se trata de tener un animal nada más porque sí, pues merecen atención”.
El perro que mordió a la menor en Parque Hundido, dijo, murió al día siguiente, incluso los mismos dueños lo enterraron cerca de la casa y nunca acudieron al Centro de Salud para informar sobre los hechos.
“Al parecer otra niña de la misma edad y vecina de la menor, también fue mordida en una mano por el mismo animal, pero ella está bien, es probable que no sea rabia, es lo más seguro”.
Los padres de la menor hospitalizada se contradicen al informar sobre los síntomas del perro: “nosotros hemos ido todos los días a la Clínica 71, al parecer ya está mejor, incluso manejan que la próxima semana ya puede ser canalizada a la Clínica 51 de Gómez Palacio”.
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Datos médicos
El virus de la rabia pertenece a la familia de los rabdovirus, dice el epidemiólogo, Eduardo Gutiérrez Medrano, quien informa que además es neurotrompo, porque sube hasta llegar al cerebro. Según la literatura médica, avanza un milímetro por hora, pero depende del organismo del paciente. Existen personas en las que avanza más lento, inclusive alguien pudo ser mordido y hasta 20 años después puede manifestársele la rabia –en caso de que el animal haya estado enfermo-.
La posición de la mordida tiene mucha importancia. Las extremidades superiores, genitales, cuello y cara, es la más peligrosa porque está cerca del cerebro. Cuando fue en las dos últimas, por lógica, el factor de riesgo es mayor.
Expone que cuando una persona haya sufrido este tipo de ataque, lo más recomendable es que acuda a cualquier centro de salud, aun cuando tenga la leve sospecha o la certeza de que el animal fue vacunado.
“Es mejor prevenir que lamentar”, añade Gutiérrez Medrano, luego de informar que es muy efectivo lavar con mucho jabón y agua la herida, pero más segura es el agua oxigenada, ya que el virus de la rabia no resiste al oxígeno.