Autoridades de los tres niveles de Gobierno se coordinaron para organizar los festejos revolucionarios, nadie para barrer
La suciedad no es privativa de un segmento, de un local o de un solo pasillo. Prácticamente todas las zonas para comerciantes y expositores de las Instalaciones de la Feria se quedaron con la basura de la Kermés del 20 de Noviembre.
Entrar por la puerta principal y caminar en forma vertical por los primeros pasillos que llegan a ella, es la muestra más clara de que nadie se ocupó de limpiar los cerros de basura generada por la tradicional kermés que las autoridades de los tres niveles de gobierno organizan año con año en el aniversario de la Revolución Mexicana.
Es sábado, el calendario marca el día 27 del mes de noviembre del 2004. Han transcurrido siete días desde que se celebró la kermés en la ciudad de Durango.
El evento fue apropiado para la convivencia familiar, para propiciar que gastaran en taquilla, juegos y comida, y para que se generaran utilidades para las causas sociales que apoya el DIF.
Sin embargo, ninguna de las dependencias de gobierno se ha responsabilizado de ir a recoger el basurero diseminado que quedó como rescoldo de un día festivo para todos los mexicanos.
Si la inspección ocular se hace de manera horizontal en relación a la cerca de accesos de las Instalaciones de la Feria, no queda ninguna duda de que la fiesta tuvo concurrencia, y de que la gente consumió.
En los montones de desperdicio apilados se percibe que hubo de todo y que se vendieron bien los productos que ofrecieron las dependencias oficiales para reunir fondos.
La gente rodea los desechos que están casi casi al entrar por el acceso más importante del recinto ferial. Prefiere no ver que la primer loma de bolsas, cajas y depósitos de basura llega casi al metro y medio de altura.
Por eso esquiva la grotesca escena por el pasillo del lado derecho y se dirige directamente hasta el Centro de Negocios y Convenciones.
Una manta de tamaño considerable anuncia desde afuera de las Instalaciones de la Feria la realización de una ?Magna-Expo de ropa y calzado?.
Pero es precisamente la definida ruta hacia un punto específico del recinto ferial lo que dificulta que los compradores puedan ver que en el rumbo cercano al Lienzo Charro el descuido de las autoridades de limpia es notorio.
Sin embargo, el espacio destinado para el Teatro del Pueblo es la zona más sucia y más llena de desechos. Y es también el sector que sí alcanzan a visualizar los visitantes de la ?Mega-Expo? en la compra sabatina de calzado guanajuatense.
Casi no es llamativa la entrada y salida de camionetas color rojo.
Pareciera que entran al recinto ferial precisamente a recoger bolsas de basura y a dar un toque de limpieza que tanta falta le hace al lugar.
Pero no es así. Traen mercancía para los expositores de la expo-venta que se lleva a cabo allí desde el viernes 26 de los corrientes.
Lo que ha de llamar la atención de no pocos es que, eso sí, los pasillos pueden estar sumamente sucios al igual que los locales y puestos metálicos que no han sido retirados; pero los botes, cestos y contendores pintados de verde para que se distinga que son para acumular basura, están vacíos, limpios podría decirse.
Ni una bolsa de plástico afea su interior.