Con mirada triste platica que le duele muchos sus oídos y pies.
TORREÓN, COAH.- María José Galván tiene siete años, pero parece de cinco. Ella es uno de los tantos infantes contaminados con plomo.
Es dueña de un cuerpo frágil y enfermo. Con una mirada triste dice que quiere ser una niña normal, como lo son sus compañeras de la escuela. Estudia en el plantel de educación primaria, Leonila Yamaté Ramos de la Fidel Velásquez.
Al tiempo que el plomo en su cuerpo ha hecho mella en su organismo, su capacidad mental parece que se ha fortalecido. Muestra una gran madurez cuando comenta que ha aprendido a vivir con los estragos de su enfermedad.
Dice que le duele mucho su cuerpo, sobre todo sus pies. Cuando está en la escuela y se siente mal le comenta a su maestra, quien como conoce de su padecimiento, la manda a la casa.
Petra, su mamá, está preocupada por la salud de su pequeña que no puede correr y saltar como los niños que no padecen la enfermedad. Se queja además porque “los de Peñoles”, les están restringiendo la ayuda médica.
Nadie adivinaría que Alma Araceli Heredia tiene ocho años. Es muy bajita y está demasiado delgada –15 kilos y medio-.
La pequeña con voz pausada y casi en un susurro, manifiesta que le duele mucho sus oídos y sus pies. Lamenta que no pueda correr como sus amiguitos: “pues cuando lo hago, siento que me ahogo”.
En forma constante le sale sangre de su nariz, relata la pequeña, quien dice que eso la desespera, ya que sin más, siente que se le viene y mancha toda su ropa. Cuando algunos de sus compañeritos de escuela se dan cuenta le gritan que es “una enferma” y llora mucho.
Blanca Estela García es la madre de María Fernanda González de cuatro años de edad que al igual que las niñas antes citadas es demasiado delgada y corta de estatura. Mientras la sostiene en forma protectora entre sus brazos, la madre de familia expone que está muy preocupada por la salud de su pequeña a quien en forma recurrente le duele la cabeza.
Se queja de la falta de compromiso que tienen las autoridades responsables para el caso de los niños con plomo dado que para disminuir los apoyos médicos, están maquillando los resultados de los análisis.
“En el Centro de Salud nos dicen que el nivel de plomo en la sangre de nuestros hijos es menor. Cómo puede ser sí el cuerpo arroja un microgramo por año, lo que pasa es que ya no quieren ayudarnos y no hayan qué pretexto inventar”.
Y las madres realizan marcha
Para exigir mayor atención a los niños con plomo y denunciar el poco interés de las autoridades estatales y federales, madres de familia con sus hijos realizaron una marcha que culminó con un plantón en la Presidencia Municipal.
Cerca de las 10:00 horas, el numeroso grupo de mujeres partió de la Alameda Zaragoza por la avenida Juárez hacia el poniente hasta la calle Ramón Corona, donde dieron vuelta al norte hasta llegar a la Presidencia Municipal.
Las mujeres aseguran que ya no se habla del Centro Multidisciplinario que se construiría para una atención integral de los miles de niños con plomo en la sangre.
“Hay niños enfermos del riñón, de sinusitis, de los huesos, con problemas de aprendizaje y otros más, pero nuestras autoridades dicen y aseguran que todo marcha bien, que los niveles de plomo van disminuyendo y que no pasa nada”, expresó Laura López Piña, vecina de la colonia Primero de Mayo.
Destacaron las quejosas que desde finales del año pasado les quitaron la leche que les daban a sus hijos y ahora ya no quieren ni hacer los exámenes de biometría o del riñón, con el argumento que eso no tiene nada que ver con el plomo.
López Piña dijo que el plomo daña el sistema inmunológico y causa daños irreversibles. “A muchas mamás les han dicho que sus hijos ya tienen menos de 10 micogramos por decilitro de plomo en la sangre, pero por desgracia ya los pequeños quedaron afectados, asmáticos o con dolores en los huesos”.
Respecto al Fideicomiso del Programa de Metales, recordaron que en mayo vence y temen que el Gobierno del Estado ya no diga nada, motivo por el cual es necesario que se aclare de una vez cómo quedará la situación”.
Luego de la protesta en la explanada de la Presidencia Municipal, las madres de familia se trasladaron a las oficinas de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), para exigir el monitoreo del plomo en las viviendas cercanas a Peñoles.
Las cifras
De acuerdo a las normas de salud lo máximo permisible en el organismo son diez microgramos (mc/dl) por decilitro de plomo en la sangre.
· Se han efectuado estudios a casi 20 mil niños.
· Ha habido casos de menores con más de 60 mc/dl.
· Las autoridades dicen que los niveles de plomo ha ido disminuyendo, pero las madres de familia afirman todo lo contrario.
FUENTE: INVESTIGACIÓN DE EL SIGLO DE TORREÓN.