LA HABANA, CUBA.- El ex futbolista argentino Diego Maradona fue sometido ayer a un chequeo médico en un hospital de La Habana, antes de ser internado en otro centro de salud para seguir un tratamiento contra la drogadicción.
El ex astro del futbol, de 43 años de edad, llegó a la capital cubana en la noche del lunes, después de vencer una serie de trabas legales y médicas que postergaron su regreso a esta isla caribeña que ha convertido en su segundo hogar.
"Llegó muy bien de ánimo, con buena predisposición y un entorno adecuado para su rehabilitación", dijo el embajador argentino en La Habana, Raúl Taleb, quien recibió a Maradona junto al ministro de Salud cubano, José Ramón Balaguer, y el secretario del consejo de Estado, José Miyar Barrueco.
Según dijo el embajador Taleb, Miyar Barrueco le transmitió al ex deportista los saludos y la voluntad de ayudarle del presidente cubano Fidel Castro.
Maradona, quien llegó acompañado por dos hermanas mayores, su doctor Alfredo Cahe y su abogado, pasó la noche en un bungalow del Centro de Salud Mental (Censam) y fue llevado al Centro de Investigaciones Médico Quirúrgicas, prestigioso hospital militar de La Habana donde se atiende la cúpula gobernante de la isla.
Una vez comprobado su estado de salud, Maradona será internado en régimen cerrado en el Censam, dependiente del Ministerio del Interior de Cuba, situado en un tranquilo suburbio habanero, donde seguirá un tratamiento para superar su adicción a la cocaína.
"Lo primero será controlar su sobrepeso y sus problemas cardíacos, después darle apoyo psiquiátrico y psicológico", dijo el embajador sobre el estado del ex capitán de la selección argentina y campeón del mundo en México?86.
Segundo intento
Este será el segundo intento de rehabilitación de Maradona en Cuba, a donde llegó, huyendo del asedio periodístico, en enero del 2000 después de sufrir una grave crisis cardíaca en el balneario uruguayo de Punta del Este.
Según trascendió, la familia del ex mediocampista de Boca Juniors de Argentina, Nápoli de Italia y Barcelona de España, entre otros clubes, le ha pedido al propio Castro, de quien Maradona es un ferviente admirador, que actúe con él como un "padre riguroso".
La eficacia del extenso tratamiento en el centro de rehabilitación en Las Praderas, donde estuvo hasta marzo de este año, fue cuestionada más tarde en Buenos Aires por las graves recaídas que sufrió el ex astro del futbol que pusieron en riesgo su vida.
Según fuentes diplomáticas argentinas, el tratamiento de Maradona en el Censam sería más riguroso que en Las Praderas, de donde el ex jugador salía con frecuencia.
"Ahora no podrá salir y entrar cuando quiera, sus salidas serán controladas", dijo el embajador argentino.
Poco después de llegar a Argentina en marzo pasado, Maradona sufrió una nueva crisis cardíaca que hizo temer por su vida. Tras una hospitalización en cuidados intensivos, el ex jugador fue internado en una institución psiquiátrica.
El viaje de Maradona a Cuba se retrasó por una serie de problemas de salud y por trabas legales, ya que su salida de Argentina tuvo que ser autorizada por un juez.
No se sabe cuánto tiempo Maradona estará en Cuba pero en una reciente entrevista con un canal de televisión argentino, afirmó que regresaría a su país en 45 días.
Según el embajador argentino, el tratamiento del Censam contra este tipo de adicciones es de 70 días, pero "depende de la evolución del paciente".
