Por Eunice Martínez Arias
El Siglo de Torreón
Torreón, Coah.- Les gustaría, pero los elementos del Conjunto Río Grande aún no pueden darse el lujo de dejar de trabajar para tomarse vacaciones, tal como lo hacen Pesado, Intocable y otros tantos grupos del movimiento norteño.
Pese a que han trabajado durante muchos años y se han ausentado de sus hogares por largas jornadas de tiempo, los originarios del estado de Zacatecas todavía no poseen la solvencia económica que les permita retirarse para descansar, ?de nuestras presentaciones dependen las familias de veintitantos técnicos y además las nuestras?, sostienen.
Por eso, el nombre de su más reciente material les viene como ?anillo al dedo?, se titula Sigue Sonando el Río, y representa una oportunidad más para sobresalir.
?Es el disco número 11 del Conjunto Río Grande y el primero para Univisión Records. Tenemos con esta empresa de enero para acá, es difícil hacer conjeturas de si nos convino el cambio de compañía o no, necesitamos un poquito más de tiempo para ver los resultados de la promoción y distribución de material. Por lo pronto nos cayó bien la campaña de publicidad que hicieron a nivel nacional?, dijeron en la más reciente visita que hicieron a esta casa editora.
Pese a que grabaron el material en diciembre de 2003, fue hasta el 25 de junio pasado cuando salió a la venta en Estados Unidos, mientras que en México lo hizo unos días después.
?El primer sencillo promocional se tituló Juego de Cantina y el segundo Volverte a Ver. Ya hemos recorrido San Luis Potosí, Durango, Aguascalientes, Chihuahua, Coahuila, Zacatecas... ya tenemos todo el año sin ir a Estados Unidos cuando en años anteriores nos pasábamos allá como ocho meses. Hemos tenido problemas para que nos den nuestras visas, pero confiamos en que pronto nos las autorizarán?, dijeron para luego agregar que están aprovechando su estancia en el país para recorrer más ciudades y promocionar su música.
-Si pudieran dividir el grupo en tres etapas, ¿cuáles serían?
-La primera de 1974 a 1995, cuando todavía nos llamábamos los Tremendos Salvajes. Batallamos mucho, los instrumentos los cargábamos en carros jalados por animales, andábamos en la música más por juego. La segunda etapa yo creo que de 1995 a 1999, estábamos sumidos en un tiempo de total mediocridad y conformismo, no ambicionábamos nada.
La tercera y última es de 1999 a la fecha. La forma en que nos trataba el público nos hizo ver que sí teníamos algo que ofrecerles; fue entonces cuando tomamos enserio esto, dejamos la escuela -porque éramos maestros- y decidimos entrar de lleno.
Pero los elementos del grupo añadieron una cuarta etapa, en la cual se han puesto como meta abarrotar los lugares en donde se presenten y consolidarse como una agrupación tan grande como su nombre.