El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, visitó ayer a las tropas italianas en Nasiriya, expresando su orgullo por la misión y reiterando después que permanecerán en Irak pese a la “muy difícil” situación.
La televisión italiana mostró imágenes de Berlusconi, vestido de manera informal y con una gorra militar italiana, bromeando y haciéndose una foto con las tropas en su base.
“Bien hecho”, dijo Berlusconi a las tropas. “Les traigo un enorme abrazo de toda Italia. Estamos orgullosos de ustedes”.
Las tropas italianas mantuvieron enfrentamientos callejeros con milicianos shiitas a principios de esta semana después de que militantes leales a un clérigo radical antiestadounidense tomaron el control de varios puentes clave sobre el río Éufrates en el centro de Nasiriya.
Una decena de soldados italianos resultaron heridos tras varias horas de enfrentamientos.
Hasta los recientes enfrentamientos, la localidad dominada por los shiitas había estado relativamente tranquila.
Los choques provocaron una protesta clamorosa en Italia, donde el Gobierno de Berlusconi ha dicho reiteradamente que los dos mil 700 efectivos enviados a Irak son fuerzas de paz antes que combatientes.
Muchos italianos se opusieron al despliegue y ha habido manifestaciones pidiendo la retirada de las tropas.
En Irak, Berlusconi comió con las tropas y vio el edificio donde 19 italianos murieron por la explosión de un coche bomba en noviembre.
