Las citas de revisión dental cada seis meses han sido un dogma en la profesión odontológica, ¿de dónde surge esta recomendación y qué evidencia hay al respecto?
Parece que se remonta al Siglo XVIII en los escritos de un dentista francés, Pierre Fauchard, donde menciona: ?aquéllos que son diligentes en la conservación de sus dientes y quisieran evitar ser víctimas de su negligencia deberían examinarse dos o tres veces al año por un dentista experimentado?. En 1930 el anuncio de una pasta dental recomendaba visitar al dentista dos veces al año, ¿puede considerarse esto como relevante?
Hace 25 años Sheiham puso en duda las bases científicas de las citas de revisión cada seis meses llegando a la conclusión que más que un dogma el intervalo debe basarse en los riesgos de cada paciente.
Cada paciente es diferente y en diferente grado de avance de caries, enfermedad periodontal o enfermedad oral, por ejemplo: si hace de manera adecuada la limpieza diaria con cepillo e hilo dental, si tiene alguna enfermedad por la cual estén disminuidas sus defensas, si hay predisposición a la formación de caries nuevas, si el paciente es bruxista (apretamiento de dientes) y utiliza el guarda oclusal (protector bucal).
La edad del paciente, ya que podría presentar Xerostomia (boca seca).
Si presenta bolsas periodontales (separación de la encía) en observación.
Si hay reconstrucciones, qué grado de estrés maneja, etc.
Actualmente The Nacional Institute of Clinical Excellence está efectuando una investigación que nos guiará en relación costo-beneficio y efectividad clínica para establecer sobre evidencia las citas de mantenimiento. Por lo pronto deje en manos de su dentista cuándo volver a sus citas de revisión él conoce sus riesgos, a algunos de avance rápido los vemos cada tres meses, otros a los seis o al año. ¿Cómo puede el dentista garantizar un trabajo efectuado si usted no regresa al mantenimiento en años? Se requiere tomar radiografías y evaluar su situación actual, el haberse efectuado un tratamiento no lo hace inmune a nuevos problemas y preferimos resolverlos cuando aún es sencillo y evitarle tratamientos extensos y complicados ¿no cree usted?
