Alteraciones bucales por malos hábitos
La vida diaria nos ocasiona múltiples angustias personales, el ir el venir, la energía propia del cuerpo, el estrés, etc. y de alguna manera el cuerpo responde nos habla manifestándose de alguna forma. Esto sucede en todas las edades, y es injusto cuando el adulto se jacta que sólo ellos tienen derecho a tener preocupaciones también los niños sufren de angustia y de estrés. En esta ocasión me refiero a las angustias del niño y las repercusiones en la boca, algunos malos hábitos como chuparse el dedo, el labio, comerse el pelo, las uñas, rechinar los dientes y morder objetos son resultado, en muchas ocasiones, de problemas conductuales del niño en su fase de crecimiento y desarrollo e inician con malos hábitos como escudo protector o simplemente para llamar la atención.
Las consecuencias o problemas buco-dentales que causan dichos malos hábitos repercuten en boca de alguna manera manifiestan problemas de crecimiento óseo, que a su vez dan como resultado mal posiciones dentarias que producen trastornos en dicho crecimiento.
Algunos trastornos son de tipo hereditarios y otros son adquiridos (traumatismos y malos hábitos).
Del tipo adquirido u exógeno podemos encontrar varios malos hábitos que en seguida enumero causando daños en la posición de los dientes o en el crecimiento anormal del hueso del maxilar o mandíbula.
Chuparse el dedo:
Generalmente es el dedo pulgar, el cual se posiciona en la parte anterior, haciendo presión en la premaxila y apoyándose en la cara vestibular de los dientes incisivo inferiores. Esto da como resultado que deforman el arco mandibular (haciéndolo cuadrado) y la protrusión de los dientes incisivos superiores y de la premaxila, que provocan un colapso de crecimiento transversal del maxilar superior.
Si no se trata a tiempo puede resultar en un paladar profundo, mordida abierta anterior, un hábito causa otro, ya que al estar con mordida abierta anterior, la lengua se proyecta hacia delante, empujando aún más los dientes (produciendo diastemas separaciones en los dientes).
Esto puede agregarse aún más cuando se comienza a tener hábitos de respiración bucal y que podría causar alteraciones amigdalinas, faríngeas, de cornetes y de adenoides, por la resequedad (xerostomía ) causando también halitosis en fin cómo de un aparente problemita puede desencadenarse tanto.
Morder objetos:
Éstos pueden ser: uñas (onicofagia), pelo (tricofagia), trapitos, peluches, lápices, chupones no ortodóncicos, etc.
También, dependiendo del objeto, se podrán encontrar fracturas o desgastes en los bordes incisales u oclusales, así como los clásicos diastemas.
Uso de chupones:
Si el chupón no tiene la forma ortodóntica aconsejable (similar a la tetilla materna), lo que va a causar es un colapso en el crecimiento transversal del paladar, y por lo tanto, una deformidad en el crecimiento anterior (protrusión) y separaciones en los dientes. El chupón ortodóncico puede usarse sin problema ya que estimula el crecimiento maxilar sin alterarlo (retirarlo a los dos años de edad).
Chuparse el labio:
Si se trata del labio inferior, que es el más común, se producirá protrusión de los dientes anteriores superiores, estimulación de crecimiento del hueso en la parte anterior, mordida abierta horizontal que producirá respiración bucal . el labio inferior se podrá ver lacerado ya que éste va a actuar como palanca.
Si fuese el labio superior, puede observarse malposición dental (vestibularización de dientes anteriores?inferiores causando diastemas, colapso de crecimiento anterior de la premaxila, mordida cruzada y problemas a nivel articular de la articulación temporo mandibular.
Bruxismo o bruxomanía:
Es un mal hábito que generalmente se presenta cuando el niño se encuentra dormido, produciendo desgaste en las caras oclusales de molares y de las caras incisales. Esto además de producir una disminución en el grosor del esmalte (que lo hace más susceptible a caries y a mucha sensibilidad al frío o al calor), también produce maloclusiones, ya que las arcadas sin cúspides, actúan como pistas planas y deslizan la mandíbula hacia delante y dan movimientos de lateralidad, que pueden llegar a causar alteraciones en la articulación .
El tratamiento para cada uno de los problemas descritos varía, pero es muy importante entender que aunque se coloquen aparatos correctores, si el niño no ha recibido un tratamiento psicológico adecuado, el uso de aparatología no funcionará al 100 por ciento.
Tenemos que estudiar cada caso y ver cuál es la etiología, trabajar conjuntamente con el psicólogo o equipo tratante (terapistas). Eliminar primero las causas y después quitar los problemas causados por esos malos hábitos.
Aunque nuestros aparatos sean excelentes, y no se quite la causa, no van a poder actuar, por el contrario, pueden crear en el niño un problema mayor de angustia ya que su única forma de refugio, seguridad y llamar la atención, será reprimida con el aparato y sentirá castigo, no terapia.
Lo anterior puede conducir a una rebeldía mayor y probablemente desarrolle otro tipo de mal hábito.
Es por ello que tenemos que estar en contacto con el sicoanalista y los padres, para actuar en grupo y ayudar a evitar que avance ese problema que afecta emocional y anatómicamente al niño.
Si no se eliminan a tiempo pueden causar cambios significativos en el crecimiento y desarrollo dento-óseo facial, dando como resultado alteraciones músculo-esqueléticas y maloclusiones .
Los aparatos correctivos no deberán ser tan voluptuosos ni tan agresivos, ya que el niño podría pensar que se trata de un castigo en lugar de un terapia.
Antes de colocarlos tendremos que concienciar el pequeño que él es muy importante para todos nosotros y queremos hacerlo sentir y verse bien, evitándole que se deformen sus dientes y sus maxilares.
Es recomendable que se elaboren aparatos fijos para evitar que el pacientito se los esté quitando, ya que así no lograría nada porque seguramente al estar a solas fácilmente puede retirarlo y regresar a su mal hábito.
En fin, las preocupaciones, no cabe duda que de alguna manera se manifiestan en nuestro organismo y es necesario buscar las causas y dar tratamientos para evitar mayores problemas
Es tan hermoso sentirse equilibrado en la vida, tener paz interior, uno escoge vivir feliz o vivir sufriendo pero es necesario detectar a tiempo estas inquietudes y ayudarnos o ayudar a todo aquél que lo requiera.
En cuanto a mi área odontológica, en el campo de los niños si ustedes padres de familia se percatan de lo anterior en sus hijos, los invito a ayudarlos a tiempo y llevarlos con su dentista de preferencia con un Odontopediatra (especialista en niños).
Más adelante les hablaré de problemas que observamos en la consulta dental que afecta a los adultos.
Recuerde que su salud en general es nuestra máxima prioridad.
Compañero odontólogo: Recuerda el curso teórico práctico que se llevará a cabo los días diez y 11 de septiembre en el Club Parque España. Procedimientos Eficaces para Dominar la Estética que impartirá el Dr. Álvaro Heller Moirano. Mayores informes con la Dra. Virginia Borroel al Tel. 718-89-22.