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MÉXICO, DF.- Algunos centros comerciales y carnicerías de mercados públicos han subido el precio de la carne, a pesar de que las autoridades y la Confederación Nacional Ganadera (CNG) aseguraron que hay suficiente para el abasto en el país.
La restricción a la importación de carne de Estados Unidos, luego de que se detectó allí el mal de las “vacas locas”, no ha afectado el abasto en México, pues se cuenta con suficiente ganado nacional, por lo que el precio al consumidor no debe aumentar, indicó la CNG.
En centros comerciales de la zona de Villa Coapa y Miramontes el precio del corte de falda de res fluctúa entre los 51 y los 68 pesos por kilogramo; mientras que la carne molida de sirlón se vende entre 52.90 y 63.70 pesos por kilogramo.
En el centro y sur de la capital, la costilla de res se ofrece a 59.20 pesos el kilogramo; el chambarete sin hueso a 50.90, milanesa de bola a 69.10, pulpa de ternera 59.90 y fajitas asador a 71.20 pesos por kilogramo.
Entrevistados algunos de los comerciantes y carniceros de mercados del centro y sur de la Ciudad de México, señalaron que el precio de la carne al público ha sufrido un incremento “normal” de 56 hasta 59 pesos el kilogramo.
Guillermo Espinosa López, Saturnino Méndez Hernández, José Luis Jiménez Sobrino, Anselmo Gutiérrez Ramírez y Antonio García Cipriano, expendedores de carne al menudeo, en los mercados Hidalgo, Portales, Narvarte, La Salud y San Francisco Culhuacán, respectivamente, coincidieron en que no hay desabasto de carne. Dijeron que la carne nacional, que es de buena calidad, se vende a precios al alcance de todas las clases sociales y Ferrería sigue surtiendo la misma cantidad de carne que siempre.
Los expendedores de carne plantearon que el incremento de hasta tres pesos por kilogramo es cosa de la inflación, no del cierre de la frontera a la importación de carne procedente de Estados Unidos.
Gustavo Torres Flores, presidente la CNG hizo un llamado a la población para que “no se dejen engañar ni sorprender con un incremento a la carne de res y sus derivados”, después de la suspensión de la importación de carne de Estados Unidos.
Aseguró que el abasto está garantizado en el país y que los productores “aprovecharán para recuperar el desplazamiento de 38 por ciento del mercado interno a manos de importadores norteamericanos”.
Arturo de la Garza, ganadero de Nuevo León, dijo que ante el tema “no hay que ser alarmista ni especular” con el precio de la carne de res que se produce en México.
Puntualizó que “se requiere dar confianza a todos para que sigan consumiendo el producto nacional y no se incremente el precio, pues está garantizado el abasto”. Consideró posible que las repercusiones sobre el “cerco sanitario” se vean hasta fines de enero y principios de febrero.
