01 de junio 2004.
LONDRES (Reuters).- Los precios del petróleo suben más de 1.50 dólares después de el ataque de extremistas islámicos en Arabia Saudita el fin de semana que dejó 22 muertos y aumentó la preocupación en torno a la seguridad en el mayor exportador mundial de petróleo.
El crudo liviano estadounidense subía 1.62 dólares o 4 por ciento, a 41.50 dólares el barril en las primeras transacciones desde que presuntos extremistas de la red Al Qaeda atacaran la ciudad petrolera saudita de Khobar el sábado.
El crudo Brent subía en Londres más de 1.85 dólares, y se cotizaba a 38.45 dólares el barril.
Los mercados de petróleo de Londres y Nueva York estuvieron cerrados el lunes por el feriado del Día de los Caídos.
Un comunicado, supuestamente emitido por un militante de la red al Qaeda se atribuyó la responsabilidad indicando que fueron atacadas "compañías estadounidenses... que se especializan en petróleo y que roban la riqueza de los musulmanes".
Para el analista de energía londinense Geoff Pyne, "esta es la peor escalada de terrorismo que hemos visto en Arabia Saudita. Muestra que estos elementos son serios y que atacarán nuevamente".
Los operadores temen que el ataque en Arabia Saudita marque el comienzo de una ofensiva de al Qaeda para interrumpir los suministros de petróleo saudita en momentos en que los precios del crudo están lo suficientemente elevados como para amenazar el crecimiento de la economía mundial.
Los analistas dudaban que el crudo estadounidense vaya a superar el máximo histórico de 41,85 dólares alcanzado este mes, pero señalaron que el ataque en Khobar puso de manifiesto la vulnerabilidad de unos suministros mundiales que ya están al límite.
"Esta es una reacción alcista a los acontecimientos del fin de semana, pero espero que los fundamentos se impongan", dijo David Thurtell del Commonwealth Bank of Australia, en alusión a la reunión del jueves de los ministros de la OPEP.
La compañía estatal saudita Aramco prometió mantener el flujo de suministros, estimado actualmente en unos nueve millones de barriles diarios.
Los líderes de Arabia Saudita se apresuraron a asegurar al mundo que tenían controlada la situación después del ataque en Khobar, el segundo en un mes contra la industria petrolera de un país que posee cerca de una cuarta parte de las reservas mundiales de crudo.
"(Los ataques) son posibles. Yo iría incluso más lejos y diría que son probables", dijo el embajador británico en Arabia Saudita, Sherard Cowper-Coles. A comienzos de mayo, unos activistas musulmanes asesinaron a cinco empleados extranjeros en la planta petroquímica de Yanbu, población situada a orillas del Mar Rojo, y en dos ocasiones la terminal iraquí de exportación de crudo en Basora ha sido objeto de intentos de sabotaje.
Los ministros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) tienen previsto reunirse el jueves en Beirut, donde se espera que acuerden un incremento del 11 por ciento en el suministro de crudo.