Los paisanos caminan hasta tres días soportando temperaturas de cuarenta grados.
EL SIGLO DE TORREÓN
SEGUNDA PARTE
TUCSON, ARIZONA.- Por un momento Pedro y sus amigos pensaron que las oraciones serían insuficientes. Iniciaron su caminata el domingo nueve de mayo por el desierto de Arizona con el objetivo de llegar a Phoenix. Hoy jueves 14 de Mayo Pedro cuenta su historia después de ser rescatado por la Patrulla Fronteriza.
El grupo de paisanos, conformado por ocho personas, es originario de Puebla. Vendieron todo con la ilusión de llegar a los Estados Unidos y encontrar mejores condiciones de vida. Atrás dejaron esposa e hijos, alguien les platicó que no era tan difícil cruzar el desierto. Asegurados en una estación de la Patrulla Fronteriza ubicada dentro del distrito de la Nación Tohono O’ Ohdam en medio del desierto, Pedro y sus amigos se sienten tristes, derrotados.
—Comenzamos a caminar desde el domingo, sólo cuando se podía por las noches. Hubo un momento en que ya no teníamos agua... estuvo muy difícil. Gracias a Dios entre todos nos dábamos ánimos. En todo momento me encomendé a mi Padre Eterno... no hay nadie más poderoso que él.
Al ser rescatado Pedro y sus amigos recibieron los primeros auxilios, tomaron agua potable y sólo esperan ser repatriados.
En este lugar donde el termómetro rebasa con facilidad los 40 grados centígrados, las autoridades norteamericanas cuentan con un destacamento para asistir a los migrantes, quienes aproximadamente deben caminar más de 26 millas para llegar a una carretera (alrededor de 40 kilómetros).
Pedro sabe que estuvo a punto de morir. Por ese motivo no le recomendaría a un hijo suyo intentar cruzar de manera ilegal la frontera.
Un amigo de Pedro porta una cachucha con la imagen de la Virgen de Guadalupe, aseguran que ella también los ayudó a ser rescatados. A pesar del peligro, Pedro afirma en voz baja para que no lo escuchen los agentes norteamericanos.
—Lo voy a volver hacer, no tengo otra opción.
El largo camino
Caminar por el desierto no es sencillo. En ocasiones los “mojados” utilizan como guía los cerros que se ven a lo lejos, la ubicación es casi imposible.
Al cruzar esta zona árida es fácil tropezarse con garrafones de agua que los migrantes van dejando a su paso. Latas de atún, bolsas de frituras y pedazos de ropa completan la escenografía.
Los paisanos intentan llegar a Phoenix cargando solamente un galón de agua el cual resulta insuficiente. Ante este problema beben de una pequeña laguna en medio del desierto donde en la orilla flotan heces fecales de ganado. Muchas personas cuando son aseguradas por la patrulla fronteriza presentan serios males gastrointestinales.
Las autoridades norteamericanas han colocado torres donde los migrantes pueden enviar señales cuando están ya desesperados y facilitar así su rescate.
—Para muchos representamos la salvación, hay quienes no pueden ocultar su alegría al vernos, dice David Gutiérrez, comandante a cargo del destacamento de la Patrulla Fronteriza ubicado en el distrito de la Nación Tohono O’ Ohdam.
Por este desierto no sólo cruzan mexicanos, también personas del continente asiático y del Medio Oriente, sin embargo las estadísticas son frías.
Andy Adame, agente de la Patrulla Fronteriza, no duda cuando afirma que el 90 por ciento de los migrantes son mexicanos, el diez por ciento restante se reparte en diferentes nacionalidades.
Por este motivo el Gobierno de Estados Unidos destinará de manera temporal sesenta agentes de la Patrulla Fronteriza entrenados en búsqueda, rescate y operaciones tácticas a la zona de Arizona.
Además 200 agentes de experiencia serán permanentemente asignados a esta región durante el verano, sumando al sector Tucson más de dos mil agentes. David Aguilar, principal agente de patrullas de este sector, recientemente fue nombrado jefe de la Patrulla Fronteriza.
Desde octubre del año pasado, su sector ha detenido a más de 292 mil 47 indocumentados, un aumento del 61% en comparación con los registrados el año pasado durante estas mismas fechas. Desde octubre se han registrado 33 muertes de inmigrantes en el desierto de Arizona.
Originario de McAllen, Texas, David Aguilar tiene 48 años de edad. Él será el segundo latino de más alto rango que supervisará las actividades de más de 11 mil agentes fronterizos que forman parte de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP). En sus 26 años de carrera como agente de la Patrulla Fronteriza, Aguilar fue pieza fundamental en el desarrollo de Operación Río Grande, el operativo implementado entre Nuevo México y Texas a lo largo del Río Grande/Bravo. Fue jefe de los sectores de la Patrulla Fronteriza en Dallas, Río Grande y Brownsville, antes de ser nombrado asistente del director del entonces Servicio de Inmigración y Naturalización (INS) en la parte central del país.
La violación a Derechos Humanos
Los grupos de Organizaciones Civiles, especialmente aquéllos que defienden a los migrantes, han recibido el nombramiento de David Aguilar con desconfianza. El siete de mayo de 2004 el periódico La Opinión de los Estados Unidos publicó las siguientes reacciones:
“Yo estuve con él en una pequeña reunión en Washington con personal de la Casa Blanca y del Departamento de Justicia. El tema era la muerte de los indocumentados en el desierto. En esencia, Aguilar dijo que la muerte de los indocumentados no era problema de la Patrulla Fronteriza y que sellar la frontera no tenía nada que ver con tales muertes”, dijo indignado el abogado Jesús Romo.
“Nuestra frontera se ha convertido en una zona militarizada, no hemos visto ninguna responsabilidad por el incremento en los casos de intimidación, brutalidad y otro tipo de abusos por parte de los agentes de la Patrulla Fronteriza. Para nosotros, el señor Aguilar está más interesado en ascender en su carrera política que en hacer valer las leyes y la protección de los Derechos Humanos y civiles y en crear comunidades fronterizas seguras”, manifestó Jennifer Allen, directora de la Red de Acción Fronteriza de ese Estado.
El Diagnóstico sobre la Situación de los Derechos Humanos, elaborado por la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas, afirma que los migrantes enfrentan los abusos de los traficantes y de algunas autoridades mexicanas.
Los tipos de violaciones más recurrentes que enfrentan los paisanos son: la extorsión, el robo, la agresión física, la intimidación y las amenazas, el abuso sexual, la destrucción de documentos y la detención sin información sobre sus derechos.
Para proteger a los migrantes el Gobierno Federal ha establecido el Programa Paisano, creado en 1989, como cuerpo de apoyo en la frontera está el Grupo Beta además del Programa Integral de Protección al migrante.
“A través de las consultas del Diagnóstico se denunciaron repetidamente irregularidades en la actuación de Grupo Beta y distintos cuerpos policiales, dependientes de los tres niveles de Gobierno en México.
Las historias
Greg Mair es agente de la Patrulla Fronteriza en el destacamento de Tucson. Diariamente se encuentra con muchas historias donde el peligro de muerte está presente. Recuerda un día que el chofer de un carro intentó pasarse un punto de revisión. Había cierto nerviosismo en el conductor, quien portaba una mica en regla.
—Puede abrir la cajuela, dijo el agente norteamericano.
—Claro
En el interior de la cajuela viajaba una mujer con su hijo de dos años. Greg recuerda que ese día en el exterior la temperatura rebasaba los cuarenta grados. El pequeño no se encontraba en muy buen estado, afortunadamente en ese momento cruzó por la zona un paramédico que tenía su día libre.
Rápidamente le colocaron hielo y agua fría al niño, quien comenzó a presentar una mejora. El chofer fue detenido y se presentaron diferentes cargos en su contra. Afortunadamente fue posible salvar la vida del menor, sin embargo son muchos los que mueren en el intento de cruzar el desierto.
De la compasión a...
La Nación Tohono O’ Ohdam tiene aproximadamente 28 mil habitantes. Ubicada en el sector de Tucson, esta tribu se maneja de manera independiente al Gobierno de los Estados Unidos. Su principal actividad económica es la administración de casinos aunque la pobreza es evidente.
Para ellos el camino de la vida es un laberinto, donde la religión juega un papel preponderante. La montaña es un lugar sagrado donde vive el Creador y en el pasado lo mismo platicaban con la comida que con las plantas.
Debido a su filosofía de la vida los habitantes de la Nación Tohono O’ Ohdam se sentían obligados a ayudar a los migrantes dándoles comida y cobijo. Sin embargo ante el aumento de personas que intentan cruzar la frontera la compasión se ha transformado en resentimiento.
—No tenemos comida para darle a todos los que llegan, dice una anciana.
Ned Norris, vicepresidente de la Nación, comenta que ante el aumento de migrantes el pueblo sufre mayores niveles de violencia que se traducen en asaltos, así como en el decomiso de armas y drogas.
En tono molesto Ned Norris afirma que las actividades de la policía de la tribu están en un 75 por cierto destinadas a salvar la vida de los migrantes, en su mayoría mexicanos. Durante el año fiscal 2003 fueron encarcelados 129 mil indocumentados, de octubre del año pasado a marzo de 2004 se han asegurado 49 mil personas, lo que habla de un incremento.
El hospital de la Nación también destina la mayor parte de sus recursos para la atención de los indocumentados.
El vicepresidente de la Nación denuncia que ante el problema la Patrulla Fronteriza constantemente viola sus lugares sagrados.
Afirma que el Gobierno de los Estados no escucha sus demandas, tampoco los indemniza por los gastos destinados a los migrantes.
—Para nosotros, dice Ned Norris, el problema de la migración es un asunto del Gobierno de los Estados Unidos, ellos lo deben solucionar como también todo lo relacionado con el narcotráfico. Nosotros sólo queremos vivir en paz en nuestra nación.