Multitudinarias movilizaciones se realizan en las ciudades más importantes.
AP
Bogotá, Colombia.- El Gobierno encaraba ayer un paro nacional de miles de empleados públicos, al que adhirieron con marchas estudiantes, campesinos, jubilados e indígenas, que rechazan la política económica oficial, la firma de un Tratado de Libre Comercio y la eventual reelección del presidente Álvaro Uribe.
En Bogotá, donde la policía dispuso de dos mil agentes para vigilar las marchas, se registraron algunos breves cortes de calles. Como medida preventiva se prohibió el porte de armas.
El comandante de la policía metropolitana, general Héctor García, aseguró hacia el mediodía que la jornada transcurría ?en completa calma? en la capital y calculó que unos 600 mil manifestantes una concentración en el Parque Nacional.
También en Barranquilla, Cali, Cúcuta y Medellín se registraron movilizaciones donde no faltaron gritos contra la reelección de Uribe y las alzas de impuestos.
?Las motivaciones (del paro) están fundamentadas en la altísima tasa de desempleo y en el empobrecimiento del campesinado colombiano?, dijo el presidente de la Confederación General del Trabajo (CGT), Julio Roberto Gómez.
Al paro de actividades del sector público se sumaron los profesores, los empleados de la salud, trabajadores del poder judicial y funcionarios municipales.
?El Gobierno nacional sí respeta (el paro), pero eso sí les pide el favor (a los trabajadores) de que respeten las normas constitucionales?, sostuvo el ministro de Protección Social, Diego Palacios.
En los hospitales funcionaron sólo los servicios de urgencia, mientras fueron suspendidas las clases en muchas de las escuelas públicas y mayoría de los tribunales permanecieron cerrados en la capital.
?A quien no trabaja no se le paga?, advirtió a los profesores, la ministra de Educación, María Cecilia Vélez. Este paro nacional viene precedido de una huelga de los camioneros que duró tres semanas para exigir mejoras a sus ingresos y de una multitudinaria marcha indígena para demandar respeto a sus derechos humanos en el marco del conflicto armado.
Los manifestantes son duros críticos de Uribe, a quien responsabilizan de ahondar la crisis social que vive el país con la liquidación de empresas públicas, alzas continuas de impuestos y la apertura económica al exterior.
Aunque la economía creció un 4.12 por ciento el semestre pasado, el desempleo sigue alto con un 13.1 por ciento en agosto y un 60 por ciento de la población de 44 millones vive en la pobreza.
También genera amplio rechazo en sectores obreros y sobre todo agrícolas, la negociación de un Tratado de Libre Comercio entre Colombia y Estados Unidos, ya que se considera que los productos locales no están en condiciones de competir con las mercancías extranjeras fabricadas con alta tecnología y amparadas con subsidios. ?Este un paro contra el Tratado de Libre de Comercio?, indicó Gómez.