AGENCIAS.
La industria mexicana tienen un rezago competitivo ante otros países debido a su infraestructura deficiente, escasez de capital, recursos humanos sin capacitación efectiva y falta de vinculación con ciencia y tecnología, según un estudio de la Canacintra.
Las empresas mexicanas están trabajando al 70 por ciento de su capacidad instalada, y no llegan a más porque no tienen recursos ni la información necesaria para hacer negocios, dice el documento elaborado por la gerencia de Estudios Económicos.
En contraste, datos de la Fed de Estados Unidos señalan que la industria de ese País empieza a recuperarse, luego de tocar fondo el año pasado.
Durante el primer semestre la capacidad industrial utilizada en ese país es de 76.9 por ciento, dos puntos porcentuales arriba del promedio de 2003.
Según datos del INEGI, la productividad de la mano de obra en el sector manufacturero creció en los últimos diez años a un ritmo anual de 4.7 por ciento, que está por abajo de lo que registró Estados Unidos (5.3 por ciento) y Corea (9.4 por ciento).
El estudio de la Canacintra hace énfasis en que el 99 por ciento de las empresas mexicanas son micro, pequeñas y medianas, en tanto que sólo 0.4 por ciento son grandes.
"En el sector industrial, el 98 por ciento de las empresas son micro y pequeñas, el 1.6 por ciento son medianas y el resto corresponde a empresas grandes".
Las principales desventajas de las empresas mexicanas, detalla el documento, son la falta de planes y programas de competitividad, la escasa mano de obra calificada, el desaprovechamiento del potencial exportador y la falta de esquemas de desarrollo de proveedores.
El escaso o nulo acceso a esquemas de crédito e incentivos y los reducidos niveles de capitalización son algunos de los principales retos que debe enfrentar la industria nacional.
Un 64 por ciento del financiamiento de las micro, pequeñas y medianas empresas proviene del ahorro familiar y 18 por ciento de amigos y parientes, mientras que sólo uno por ciento es a través de la banca privada.
Por el contrario las grandes empresas acceden al crédito bancario en casi 56 por ciento, y sólo 29 por ciento lo hace a través de sus proveedores, mientras que las Pymes tienen como fuente principal de financiamiento a estos últimos.