Nacional Claudia Sheinbaum Seguridad Narcotráfico Generación Z Pensión Bienestar

Sufren las mujeres grave marginación

AGENCIAS

MÉXICO, DF.- El Consejo Nacional de Población (Conapo) advirtió que prevalecen y se incrementan las condiciones de inequidad en el trabajo para las mujeres, quienes no sólo perciben menor salario en comparación con los varones, sino también en las oportunidades de obtener un empleo.

Un estudio de ese organismo reveló que la discriminación salarial hacia las mujeres mexicanas se presenta en mayor medida en ocupaciones consideradas “masculinas”, en tanto que el número de mujeres que trabajan sin tener ninguna remuneración duplicaba hasta el año pasado al de hombres.

El Conapo reveló que en 2003 la mayoría de las mujeres (58.6 por ciento) participaba en el mercado laboral como asalariada, mientras que 23.8 por ciento se empleaba por cuenta propia, y el 12.1 por ciento trabajaba sin recibir ningún pago.

“La proporción de mujeres trabajadoras sin pago es casi el doble que la de los hombres que se encuentran en esta condición”, indicó Conapo.

De acuerdo con el diagnóstico, la participación femenina en la actividad económica es de 35.3 por ciento y se prevé que ésta continúe en aumento, según un diagnóstico del Consejo Nacional de Población (Conapo).

El organismo indicó que la aportación de las mujeres de más de 12 años a la económica se incrementó de 17.6 por ciento en 1970, a 27.8 en 1980, a 31.5 en 1991, a 36.4 en 2000 y a 35.3 en 2003.

De acuerdo con las proyecciones del Conapo, estos índices continuarán en aumento, por lo que para 2005 habrá 15.2 millones de féminas en el mercado laboral, 17.2 millones en 2010 y cerca de 21 millones en 2020.

Ello implica que, al menos, 39 por ciento de los más de 900 mil empleos que deberán crearse anualmente en los próximos diez años para absorber a los nuevos integrantes al mercado de trabajo, serán ocupados por mujeres.

El organismo señaló, con relación a las cifras actuales, que en 2003 la mayor participación en el mercado laboral se observaba entre las mujeres separadas y divorciadas (63.5 y 69.6 por ciento, respectivamente), las solteras (37.5); mientras que las casadas, viudas o en unión libre tenían una tasa de alrededor de 31 puntos porcentuales.

El Consejo estableció que la participación de las mujeres se asocia primordialmente con el trabajo asalariado, el trabajo por cuenta propia y el trabajo sin pago, pues el año pasado los porcentajes de mujeres en esas posiciones laborales eran del orden de 58.6, 23.8 y 12.1 por ciento, respectivamente.

El sector terciario (comercio y servicios) ha sido el más propicio para la expansión del autoempleo femenino, el cual está estrechamente conectado con estrategias familiares de vida, incluida la proliferación de pequeñas unidades económicas que requieren poco capital y escasa tecnología.

La dependencia explicó que la presencia cada vez mayor de la población femenina en el mercado de trabajo responde a los procesos de modernización y reestructuración de la economía mexicana, aunque también expresa la proliferación de estrategias generadoras de ingreso, mediante las cuales las mujeres contribuyen a sostener el nivel de vida de sus familias.

La disminución relativa de la brecha salarial de género observada en ciertos sectores, ha estado asociada más que a una mejor calidad y remuneración de los empleos femeninos, a una baja generalizada en estos conceptos.

Por su parte, en los niveles de alta escolaridad, las brechas de género no sólo se mantienen sino que han tendido a ensancharse, pues en 1996 la proporción de la población ocupada que recibía más de cinco salarios mínimos era de 8.4 entre los varones y 4.7 entre las mujeres, cifras que ascendieron a 12.5 y 7.6, respectivamente, en 2003.

Lo anterior supone que en ese período la brecha de género se amplió en detrimento de las mujeres, al pasar de 3.7 a 4.9 puntos porcentuales.

“A pesar de la favorable evolución de la tasa de participación económica femenina, la mujer sigue enfrentando múltiples obstáculos para insertarse en el mercado laboral”, mencionó el Conapo.

Citó que son las mujeres quienes en mayor medida trabajan sin recibir pago alguno, o bien éste se ubica por debajo del salario mínimo, pues en 1996 un 26.6 por ciento de ellas percibía menos de un salario mínimo, mientras para los varones esta proporción era de 17 por ciento.

Cifras estimadas para 2003 mostraron que si bien la diferencia entre géneros se redujo, las mujeres siguen estando con mayor frecuencia en esta situación, ya que para ese año 13.9 por ciento de los hombres y 20.4 de las mujeres ocupadas recibían menos de un salario mínimo por su trabajo.

Y es que, en promedio, los ingresos por hora trabajada son menores para las mujeres que para los hombres.

La discriminación salarial a la que son sujetas se presenta en mayor medida en ocupaciones socialmente denominadas como “masculinas”, como es el caso de supervisores industriales, donde las mujeres tendrían que ganar 15.3 por ciento más para igualar el sueldo de los varones.

“A pesar de que más de una quinta parte de los hogares mexicanos está dirigida por mujeres, aún queda un largo camino por recorrer en cuanto a las acciones para favorecer la compatibilidad de las funciones de madre, esposa o jefa de familia con los de profesionista, obrera o empleada”, concluyó el organismo.

Leer más de Nacional

Escrito en:

Comentar esta noticia -

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de Nacional

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 95934

elsiglo.mx