EFE
México, DF.- Una de cada tres personas padece alguna de las 100 variantes de este problema; los principales síntomas son insomnio y somnolencia diurna.
En México una de cada tres personas padece alguno de los 100 trastornos del sueño, cifra que va en aumento, informó el especialista de la Facultad de Medicina (FM) de la UNAM, Reyes Haro Valencia.
En un comunicado, el experto indicó que los principales síntomas de los trastornos de sueño son insomnio y somnolencia diurna, es decir, dificultad para descansar por la noche o bien, sentir fatiga durante el día.
Ante ello, indicó, los especialistas de la Clínica de Trastornos del Sueño de esta entidad universitaria -ubicada en el Hospital General de México- efectúan diagnósticos oportunos, así como diferentes estudios y tratamientos adecuados según la causa y tipo de paciente.
El especialista explicó que si bien cualquier persona puede experimentar insomnio en algunas ocasiones, hay quienes lo padecen con mayor frecuencia lo que afecta su calidad de vida, pues les produce irritabilidad, ansiedad, depresión y falta de concentración.
Una de las perturbaciones más comunes es la apnea obstructiva, caracterizada por ronquido, dificultad para respirar e inquietud. Los afectados, apuntó, no reciben suficiente oxígeno, y su reposo no es de calidad y en el día presentan somnolencia excesiva.
Haro Valencia dijo que esta situación puede ocasionar que la gente se duerma en situaciones de riesgo, como al conducir un vehículo, disminuye su productividad y aumenta el riesgo de sufrir accidentes en el hogar y el trabajo.
Asimismo, mencionó, se ve alterada la vida personal, la capacidad sexual e intelectual disminuye, y hay problemas de atención, aprendizaje y memoria.
Resaltó que en la clínica que dirige se tiene mucho cuidado para identificar en cada paciente la causa de su dificultad, qué le está produciendo todas esas alteraciones, pues la terapia debe enfocarse a ese origen.
El especialista señaló que la población infantil también sufre de trastornos llamados parasomnias, como sonambulismo, terrores nocturnos, orinarse en la cama (enuresis), rechinar de dientes y pesadillas.
Y en lo que toca a los recién nacidos prematuros, indicó que el problema se manifiesta como falta de respiración mientras duermen, lo cual puede ocasionarles síndrome de muerte súbita o de cuna.
