EL SIGLO DE TORREÓN
TORREÓN, COAH.- La urgente necesidad de que se reabra un sector rojo fuera de la ciudad, crece más cada día ante el considerable número de riñas y hechos bochornosos reñidos con la moral que se suscitan en los diferentes “antros” donde se ejerce la prostitución. Tal es el caso de El Coscorrón y Tornado, dijo Francisco Javier Gutiérrez Pesquera, titular de la Dirección de Seguridad Pública Municipal (DSPM).
Dichos locales, además de muchos otros, son escenario de frecuentes pleitos entre parroquianos en donde no son pocas las veces que intervienen los elementos de seguridad, que de manera violenta expulsan a quienes llegan a provocar un conato de riña en el interior, señaló.
Es una vergüenza, aseveró el funcionario policíaco, que nuestros hijos vean en las afueras de sus casas que hombres y mujeres practiquen el sexo en el interior de vehículos estacionados, sólo porque se les hacía tarde para ir a un motel.
De igual manera cada fin de semana se reciben innumerables quejas contra El Coscorrón y Tornado, luego que al cierre de ambos locales, decenas de personas, principalmente del sexo masculino, unos realizan sus necesidades fisiológicas en plena vía pública, otros más continúan ingiriendo bebidas embriagantes y el resto devolviendo el estómago, presentando así escenas deleznables y faltas de dignidad de quienes supuestamente acuden a esos lugares a divertirse.
Gutiérrez Pesquera afirmó que de reconsiderar la postura sobre la reapertura de un sector rojo o zona de tolerancia, los pleitos seguirían suscitándose así como los actos bochornosos y reñidos con la moral, pero sería dentro de un lugar donde no estarían familias cerca y el que se involucre en un pleito ya sabe a lo que le está tirando.
La concentración de las prostitutas sería otro factor importante para esto, pues ya no estarían en sitios o paseos públicos ante la mirada de la gente que transita por ahí y es testigo de la actitud descarada de estas personas, señaló el director de la DSPM.
Esto serviría también para terminar con los “antros” disfrazados de restaurant bar, donde supuestamente son de ambiente familiar pero son visitados más por mujeres que viven del oficio más antiguo del mundo y que al estar pasadas de copas protagonizan tremendos escándalos.
De reabrirse la zona de tolerancia, ésta debiera ubicarse a extramuros de la ciudad, donde no perjudique a nadie, como es el caso de hace muchos años de “La Garcita”, donde ocurren pleitos y un sinnúmero de incidentes, pero dentro del perímetro especialmente establecido.
Escándalos frecuentes
Uno de los “antros” donde ocurren frecuentes escándalos es Tornado, lugar que está perfectamente identificado por muchos de sus clientes, donde se comercializa con drogas sin que esto signifique que su propietario esté involucrado pero sí tolera lo anterior.
Recientemente, manifestaron varios elementos de Seguridad Pública Municipal que solicitaron la omisión de sus nombres, aproximadamente hace tres semanas se suscitó un pleito en donde participaron dos agentes de la Policía Ministerial que son hermanos.
En esa ocasión ambos policías sacaron sus armas para encañonar al dueño, de nombre Ramón, ante la asustada mirada de decenas de asistentes que no pudieron hacer nada ni cuando los ministeriales propinaron tremenda paliza a uno de los “guaruras” del “antro”.
Al lugar acuden varias personas ligadas con el “narcomenudeo”, uno de los cuales fue identificado como “El Ciego”, de quien se dice cuenta con los favores de algunos funcionarios de las diferentes corporaciones policíacas.