Aumenta el número de suicidios que se presentan en el estado de Durango, pues en casos ocurridos en la capital dos personas se quitaron la vida, ambos en el interior de su domicilio. La causa: los problemas con sus esposas.
El primero de los hechos se registró cerca de las 22:00 horas del lunes 21 de junio, cuando por una llamada telefónica se informó a elementos de la Procuraduría General de Justicia la localización de un joven adulto, el cual se había suicidado.
El personal de la institución policiaca se dio cita en el domicilio ubicado en la calle Simón Bolívar, número 400, de la colonia José Revueltas, en donde encontraron atado por el cuello y pendiendo del tejaban el cuerpo de José Agustín Robles López, de 33 años.
En el lugar se entrevistó a Gloria Ontiveros Noriega, suegra del occiso, quien dio aviso a las autoridades y además comentó que su yerno había tenido una pelea con su hija Nancy desde hace dos meses, razón por la que vivía solo.
Indicó que acudió al domicilio porque es propiedad de su hija, la cual está viviendo con ella, pero tenía la intención de platicar con Agustín Robles y convencerlos de llegar a un arreglo a fin de que pudieran regresar a su vida matrimonial, pero lo encontró muerto.
Tras bajar el cuerpo, los agentes de la Procuraduría revisaron las pertenencias del occiso, descubriendo dentro de una de las bolsas del pantalón un papel en el cual se leía prácticamente lo siguiente: ?Perdónenme, yo siempre los quise mucho y por favor recuérdenme sólo por los momentos felices y agradables que vivimos?.
Por otra parte, también alrededor de las 22:00 horas del lunes 21 de junio, se informó a la Procuraduría General de Justicia de otro suicidio, el cual se había registrado en el domicilio ubicado en la calle Gustavo Díaz Ordaz, número 1,012, de la colonia José López Portillo.
En ese sitio, agentes ministeriales y elementos del Servicio Médico Forense encontraron el cuerpo de José Humberto Haros, de 20 años de edad, quien tomó una cuerda de nailon, la cual se ató al cuello y posteriormente a una viga, dejándose caer.
El cadáver fue descubierto por el hermano del suicida de nombre Miguel, de 33 años de edad, el cual buscaba a su consanguíneo ya que sabía que se encontraba en depresión debido a que se había peleado con su concubina.
Al parecer fue la noche del domingo cuando José Humberto discutió con Jazmín Yessenia Casas Martínez, de 22 años de edad, con quien vivía en unión libre, pues ella le reclamó que lo había visto con otra mujer, pero al no reconciliarse decidió irse de la casa.
Jazmín informó del incidente a Miguel Haros, por lo que fue a buscarlo por la mañana, pero José Humberto se negó a abrirle la puerta sin explicación alguna, motivo por el cual lo buscó en repetidas ocasiones durante el día, hasta que en la noche, al no recibir respuesta, decidió abrir la puerta, encontrando a su hermano colgado.
Cabe destacar que además el occiso se hizo una herida en el antebrazo, a la altura de la muñeca, para lo cual utilizó un pedazo de vidrio.
Parecía intento de suicidio
Por poco se quita la vida
Un error pudo haberle costado la vida a Sofía Marrufo Morales, de 56 años de edad, pues esta mujer inhaló por mucho tiempo los olores que salían de una botella de raticida, la cual había utilizado minutos antes pero no cerró adecuadamente.
La afectada tiene su domicilio en la calle Río Florido, sin número, de la colonia Valle del Sur, encontrándose precisamente en una de las habitaciones del lugar, donde posiblemente detectó la presencia de alguna plaga, por lo que utilizó veneno para ratas.
Tras permanecer por varios minutos en el lugar, los químicos empezaron a hacer efecto en la descuidada mujer, quien empezó a sentir mareos y náuseas, por lo que sus familiares se percataron del mal estado de salud en que se encontraba, trasladándola al hospital del Instituto Seguridad y Servicios Sociales para los Trabajadores del Estado, en donde se le brindó la atención médica.