28 de febrero de 2004.
CABO HAITIANO, Haití (AP).- El líder rebelde Guy Philippe dijo el sábado que suspenderá por un día o dos un planeado ataque a Puerto Príncipe, en respuesta a las solicitudes de Estados Unidos.
Mientras tanto, los insurgentes continuarán convergiendo cerca de la capital, expresó en una entrevista desde su base de Cabo Haitiano, la segunda ciudad más importante de Haití controlada por los rebeldes desde el domingo pasado.
"Escuché que Estados Unidos pidió a nuestros hombres que frenen su avance a Puerto Príncipe", manifestó a la AP. "Está en las noticias, en la internet".
Cuando se le preguntó si Estados Unidos había contactado de manera directa a los rebeldes, respondió que no, que estaba basándose en información que había leído en la Internet.
Philippe, ex jefe policial del norte de Haití que huyó tras ser acusado de intento de golpe en el 2000, consulta con frecuencia la internet en su escritorio del Hotel Mont Joli, al puerto del norte del país.
"Si nos piden, es porque tienen una opción mejor, una opción para la paz, y siempre le damos aquí una oportunidad a la paz. Entonces esperaremos durante uno o dos días", dijo. "Continuaremos enviando combatientes, pero no atacaremos Puerto Príncipe hasta entender qué es lo que busca Estados Unidos", sostuvo.
Philippe dijo que sus combatientes, que pertenecen a grupos rebeldes diferentes, "no quieren tener ningún problema con la comunidad internacional", ya que, según indicó, tiene "una buena estrategia para ayudar a la población haitiana".
La rebelión estalló el 5 de febrero en Gonaives, la cuarta ciudad más importante de Haití, y se ha expandido a la mitad del país. Más de 80 personas, la mitad de ellas policías, han muerto.
Philippe dijo que no estaba sorprendido por el caos que comenzó el viernes en Puerto Príncipe, donde partidarios del gobierno saqueaban almacenes y atacaban a transeúntes, aterrorizando a los residentes.
"Pienso que por esa razón que vamos a terminar con esto", dijo. "No sólo es lo de hoy o ayer ... es el estilo de Aristide".
El presidente haitiano ha negado las acusaciones de que es fuente de violencia y ha utilizado a la policía y a partidarios civiles armados para embestir a la oposición.