Pittsburgh, EU, (EFE).- Una estudiante de segundo grado fue suspendida por un día en el estado norteamericano de Pensilvania por advertir a un compañero que se iría al "infierno" por decir que juraba "por Dios".
Según los padres de Brandy McKenith, de 7 años, la niña no tuvo la intención de decir una grosería y se refería a la representación bíblica del infierno. Wayne McKenith, el padre de la menor, indicó que la palabra "infierno" se oye frecuentemente en las escuelas. "Mi hija supone que la gente buena se va al cielo... y la mala al infierno", señaló. "Uno llega a casa y en la noche mira la televisión. ¿cuántas veces escucha la palabra infierno?", preguntó.
El incidente motivó la intervención de la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU), cuyo director jurídico en Pensilvania, Witold Walczak, manifestó que la niña no podía saber que su escuela considera que la palabra "infierno" pudiera ser una grosería.
El incidente ocurrió en medio del revuelo causado por el "destape" de un pecho de la cantante Janet Jackson durante un acto en vivo transmitido a todo el país y una campaña de legisladores conservadores para eliminar el lenguaje obsceno durante las horas de mayor audiencia televisiva.
"Las familias del país deben estar en capacidad de confiar en que, en momentos en que los niños puedan estar escuchando, los programas estén libres de indecencia, obscenidad y groserías", dijo recientemente el legislador republicano Fred Upton, presidente del subcomité de Comunicaciones de la Cámara de Representantes.
Añadió que las cadenas de radio y televisión deberían revisar sus códigos de conducta y, en el caso de transmisiones en vivo, mecanismos electrónicos para eliminar la difusión de material obsceno.