TORREÓN, COAH.- Ayer la Liga Mexicana de Beisbol suspendió por el resto de la temporada a Armando Ríos, jugador de los Toros de Tijuana, principal involucrado en el incidente que se dio en el último juego de la serie ante los Vaqueros Laguna el pasado jueves en el Estadio Revolución.
El pelotero puertorriqueño violó el reglamento de la Liga Mexicana al faltarle al respeto al presidente de la novena naranja, José Antonio Mansur.
Después de una reclamación por golpe a un bateador del equipo tijuanense y un conato de bronca, Ríos se dirigió al dogout y le hizo señas obscenas al directivo lagunero, en una clara conducta antideportiva.
Faltan castigos: Mansur
José Antonio Mansur afirmó que el castigo impuesto por parte de la Liga Mexicana al jugador de Toros de Tijuana, Armando Ríos, es justo, ya que su actitud del pasado jueves así lo ameritaba.
El pelotero de Puerto Rico quedó inhabilitado durante lo que resta de la temporada al considerarse grave su falta durante el último encuentro entre Tijuana y Vaqueros Laguna.
El directivo dijo, además, que ahora ante el consejo de la propia Liga Mexicana buscará se sancione a otros elementos como el manager Carlos Hernández, por ser uno de los principales incitadores a la violencia, así como a Benjamín Gil, Eliseo Garzón y Salvador Garibay, a quienes bien se les pudiera sancionar con una suspensión o mediante una multa económica.
Destacó además José Antonio Mansur que también ha solicitado a la liga sean suspendidos los encuentros de Vaqueros Laguna en la ciudad de Tijuana, ya que durante el incidente del pasado jueves se lanzaron amenazas sobre jugadores del cuadro lagunero, una situación que resulta preocupante.
“A mis jugadores nadie los amenaza y es lógico que me preocupe la seguridad de cada uno de ellos, más si es el propio manager el que incita a sus elementos para ser agresivos. Solicitaré todas las garantías necesarias, incluso en el terreno de juego, si no, no jugaremos’’.