25 de marzo de 2004.
París, (EFE).- Las autoridades francesas mostraron hoy un cierto alivio por el anuncio de tregua emitido por el misterioso grupo AZF, que amenaza con poder bombas en las vías ferroviarias si no recibe una suma multimillonaria, pero se mantienen vigilantes.
El anuncio de AZF "es una muy buena noticia", dijo el presidente de la compañía ferroviaria francesa SNCF, Louis Gaullois, quien ha ordenado que se mantenga la "vigilancia", gracias a la cual ayer, miércoles, se descubrió un artefacto explosivo en la línea París-Basilea.
Por prudencia, ese hallazgo motivó la puesta en marcha ayer de una nueva inspección "profunda y sistemática" de 32 mil kilómetros de vías ferroviarias, en la que participan 10 mil agentes y que debe concluir a última hora de hoy, según Gallois.
Este rastreo se asemeja al llevado a cabo los días 3 y 4 pasados, cuando se desveló la existencia de las amenazas de AZF, que datan de mediados de diciembre de 2003.
En sendas cartas recibidas esta mañana en el Elíseo y en el Ministerio de Interior, AZF manifestó su intención de "poner los relojes a cero" y anunció que "no hay más bombas en la red ferroviaria francesa".
El motivo de la suspensión de todas sus actividades terroristas es remediar sus "debilidades tecnológicas, logísticas y otras", pero AZF no renuncia a la suma de cuatro millones de dólares y dos millones de euros que reclaman al Estado francés y que más que un chantaje debe ser considerada como "una subvención", según el grupo.
Advierte que cuando reaparezca, en una fecha imprecisa, su "fuerza de persuasión" será "efectiva y tangible".
"Cuando lo pidamos, pagad sin rechistar y no hablemos más, sino Francia sobrepasará sin gloria los tristes récords españoles", en alusión a los atentados de Madrid que causaron 190 muertos.
En vísperas de la segunda y definitiva vuelta de las elecciones regionales del próximo domingo, el Gobierno hace gala de "serenidad" y "transparencia, mientras continúa la investigación policial, que ha movilizado a 600 agentes, una buena parte de ellos de la División Nacional Antiterrorista (DNAT).
El ministro de Interior, Nicolas Sarkozy, se limitó la víspera a a señalar que "parece que hay diferencias" entre la bomba encontrada ayer y el artefacto hallado el 21 de febrero, tras las indicaciones suministradas por AZF para probar que iban en serio en sus amenazas.
Pero, tras un minucioso examen del artefacto encontrado ayer, se han detectado similitudes, como el uso del mismo lazo rojo para envolver el bote de plástico que guarda el explosivo y el adhesivo que fija los detonadores que está colocado de la misma manera, según fuentes próximas a la investigación. Además, a priori, parece que la mezcla de nitrato y fuel del explosivo es la misma que la usada en la bomba anterior.
También hay diferencias entre ambos artefactos: el primero era más sofisticado y estaba perfectamente escondido en las vías, lo que habría hecho imposible su localización cerca de Limoges si AZF no hubiese facilitado las coordenadas GPS. El de ayer, por contra, era más rudimentario, estaba colocado entre el balasto y la vía y tenía un cable sin conectar.
La mayoría de los contactos entre "Suzi" (la policía) y "Gran lobo" (AZF) se han producido por medio de los anuncios personales del diario "Libération", mientras que los dos intentos de pago del rescate han fracasado por problemas meteorológicos.
AZF es el nombre de la fábrica petroquímica de Toulouse (sur) que estalló en 2001 y causó la muerte a 30 personas.