EL SIGLO DE TORREÓN
FRANCISCO I. MADERO, COAH.- Ante la preocupación de los padres cuyos hijos asisten a la escuela Venustiano Carranza, se suspendieron las clases para fumigar las instalaciones, esperando que con esto haya mayor tranquilidad en cuanto al caso de la alumna de 12 años que murió el fin de semana supuestamente por hepatitis.
Padres de familia se mostraron consternados ante la falta de información por parte de la Jurisdicción Sanitaria, pues no sabían con certeza si la enfermedad de la pequeña era contagiosa o no y querían que se adoptaran medidas en el asunto para evitar cualquier riesgo, ya que el último médico que vio a la niña en Madero había dictaminado una hepatitis fulminante.
La titular de la Jurisdicción Sanitaria número siete, Noemí Gaspar Amaya, dijo que la enfermedad de la pequeña no era hepatitis, pues el certificado de defunción había manejado un shock séptico.
“Si puede ser que el médico se haya confundido porque también hay inflamación en el hígado, pero no era una hepatitis”, manifestó, “la palabra hepatitis quiere decir hígado inflamado, pero como ya sabemos de qué está entonces ya no le decimos hepatitis sino que decimos absceso”.
La doctora explicó que en caso de que se hubiese confirmado esta enfermedad en la niña se habría necesitado un cerco sanitario, así como buscar las causas de ello, pero siendo una infección no resultaba contagiosa para el resto de los estudiantes de la escuela.
“Probablemente la niña en su falla multiorgánica tuvo una inflamación del hígado”, comentó, “yo no la examiné y no puedo saber con certeza, no tenemos la causa, pero es lo que estamos tratando de buscar”.
Gaspar Amaya dijo que se estaba buscando el foco de infección para que la niña enfermara, además de prevenir a la comunidad para que no ocurran más casos de este tipo y mucho menos alguno que pudiera resultar en una hepatitis.
Función
La titular de la Jurisdicción Sanitaria número siete, Noemí Gaspar Amaya, dijo que la principal función de esta dependencia era educar en la prevención a la población, pues debido a las carencias de los habitantes, no siempre podían seguir las normas de salud necesarias para evitar enfermedades.
“Nosotros estamos en un medio rural prácticamente, aún cuando nosotros tenemos la categoría de ciudad, nos faltan muchísimas cosas para ser ciudad”, manifestó, “aquí en Madero hay muchas casas que todavía no cuentan con drenaje y hay gente que defeca a ras del suelo, éstas son formas en que se podría transmitir una enfermedad como la hepatitis”.
Gaspar Amaya comentó que en el departamento revisaban las condiciones de las viviendas, en busca de algún foco de infección que pudiera afectar a la comunidad que habita en estos lugares.
“Se checa la permanencia de animales, los tinacos, el agua”, agregó, “además de que se les indica siempre que se laven bien las manos, todo eso es muy importante para educar en la prevención”.