Pactan acuerdo con Gobierno israelí para mejorar las condiciones penitenciarias.
EFE
CISJORDANIA.- Los presos palestinos en las cárceles israelíes concluyeron ayer la huelga de hambre que comenzó el pasado 15 de agosto tras alcanzar una acuerdo con las autoridades penitenciarias israelíes, informó el director general del Ministerio de Asuntos de Presos en Cisjordania, Aisa Karkara.
“La huelga de hambre ha terminado tras un acuerdo alcanzado ayer entre representantes de los presos palestinos y dirigentes del Servicio de Prisiones de Israel (SPI)”, informó Karkara.
Karkara declaró su satisfacción con el fin de la huelga de hambre porque “significa que las condiciones de vida de los prisioneros van a mejorar”.
Miles de presos palestinos en cárceles y centros de detención israelí participaron en una huelga de hambre que comenzó el pasado 15 de agosto en protesta por el deterioro marcado de las condiciones de vida en las prisiones.
Karkara subrayó que “el fin de la huelga de hambre supone una alegría en particular para los familiares de los detenidos”, a los que afectan las estrictas restricciones impuestas por las autoridades israelíes al régimen de visitas.
El miércoles por la noche los palestinos en la prisión de Nafha, en el desierto del Neguev, suspendieron la huelga de hambre, con lo que ayer permanecían en ayuno únicamente 500 presos de la cárcel de Eshel, en la ciudad de Beersheva, pendientes de las negociaciones con las autoridades israelíes.
El funcionario palestino declaró que la huelga de hambre llegó a su fin tras recibir garantías por parte de SPI de que las condiciones de su confinamiento mejorarán.
Por su parte, las autoridades israelíes han negado desde el comienzo de la huelga toda información sobre negociaciones con los presos.
Desde el principio de la huelga, el SPI retiró televisores, radios y periódicos de las celdas, además de la sal y todos los líquidos, menos el agua, a fin de privar a los presos de cualquier apoyo que les permitiera prolongar el ayuno.
Asimismo, suspendió las visitas de familiares y de abogados y entabló una “guerra psicológica” con medidas como hacer barbacoas delante de las celdas de los presos.
Según fuentes del Ministerio de Asuntos de Presos palestino, las exigencias de los reclusos palestinos tienen que ver con las medidas represivas introducidas durante los últimos años por las autoridades penitenciarias israelíes.
Principalmente, los presos exigen al SPI que se levanten las restricciones a las visitas, en particular las mamparas impuestas recientemente y que impiden cualquier contacto físico con sus familiares, que renuncien a desnudarles al llevar a cabo los cacheos, que mejore la calidad de la comida y de la asistencia médica y que terminen las agresiones arbitrarias.
El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), que entre otras cosas se preocupa de los derechos de los presos palestinos, afirmó que los habitantes de Naplusa tienen prohibidas las visitas a sus familiares en las cárceles israelíes y que en este ámbito las autoridades israelíes imponen restricciones en todos los distritos de Cisjordania y la Franja de Gaza.