AGENCIAS
CABO HAITIANO, HAITÍ.- El líder rebelde Guy Phillipe dijo ayer que suspenderá por un día o dos un planeado ataque a Puerto Príncipe, en respuesta a un pedido de Estados Unidos que vio por la Internet.
Mientras tanto, los insurgentes continuarán convergiendo cerca de la capital, expresó en una entrevista con desde su base de Cabo Haitiano, la segunda ciudad más importante de Haití controlada por los rebeldes desde el domingo pasado.
“Escuché que Estados Unidos pidió a nuestros hombres que frenen su avance a Puerto Príncipe. Está en las noticias, en la Internet”, manifestó Pillipe.
En un comunicado distribuido a la prensa el viernes en la noche, la embajada estadounidense pidió a los insurgentes que frenaran su avanzada hacia Puerto Príncipe.
Estados Unidos también solicitó al presidente haitiano Jean Bertrand Aristide que renuncie y en el comunicado lo instó a ordenar a sus partidarios que terminen con el derramamiento de sangre y los saqueos en la capital del país.
“Nosotros también... hacemos un llamado urgente a los elementos armados del norte a que detengan su avance para librar a la capital de la violencia”, dijo la declaración escrita del embajador norteamericano James Foley, refiriéndose a las fuerzas insurgentes.
Cuando se le preguntó si Estados Unidos había contactado de manera directa a los rebeldes, respondió que no, que estaba basándose en información que había leído en la Internet.
Phillipe, ex jefe policial del norte de Haití que huyó tras ser acusado de intento de golpe en 2000, consulta con frecuencia la Internet en su escritorio del Hotel Mont Joli, al puerto del norte del país.
“Si nos piden, es porque tienen una opción mejor, una opción para la paz y siempre le damos aquí una oportunidad a la paz. Entonces esperaremos durante uno o dos días”, dijo.
“Continuaremos enviando combatientes, pero no atacaremos Puerto Príncipe hasta entender qué es lo que busca Estados Unidos”, sostuvo.
Phillipe dijo que sus combatientes, que pertenecen a grupos rebeldes diferentes, “no quieren tener ningún problema con la comunidad internacional”, ya que, según indicó, tiene “una buena estrategia para ayudar a la población haitiana”.
La rebelión estalló el cinco de febrero en Gonaives, la cuarta ciudad más importante de Haití y se ha expandido a la mitad del país.
Intervención francesa
El ministro francés de Asuntos Exteriores, Dominique de Villepin, mantuvo ayer contactos telefónicos sobre Haití con André Apaid, uno de los líderes de la oposición al presidente Aristide, con el secretario de Estado de EU, Colin Powell y con el secretario general de la Organización de las Naciones Unidas, Kofi Annan.
Fuentes del ministerio francés explicaron que Villepin, que se encuentra en Pakistán, llamó a Apaid después de haberse entrevistado ayer en París con una delegación del Gobierno de Aristide, encabezada por el responsable de Asuntos Exteriores, Joseph Phillipe Antonio, a quien resaltó la “urgencia que existe en avanzar en la búsqueda de una solución política”.
Después se puso en contacto con Powell, Annan, así como con el ministro sudafricano de Asuntos Exteriores, Nkosazana Dlamini-Zuma, cuyo país se mantiene muy activo en esta crisis.
Se trataba de “hacer una evaluación de la situación”, explicó una portavoz del ministerio francés, que precisó que el responsable diplomático francés ha recordado a sus interlocutores “la posición” de su país.
Esa posición pasa porque Aristide “tenga en cuenta la situación actual” y “saque las consecuencias”, lo que se ha interpretado como una invitación a que el Presidente haitiano deje su cargo.
Preguntada sobre si se ha tratado de una posible acogida en Francia de Aristide si dejara el poder, la portavoz contestó negativamente porque no es un asunto de actualidad y que en todo caso cualquier decisión correspondería al interesado.
El Presidente de Haití ha insistido en sus últimas declaraciones en que no dejará su cargo, pese a la amenaza de los rebeldes que ocupan una buena parte del norte del país y que han anunciado su voluntad de tomar el control también de la capital, Puerto Príncipe.
Francia le ha urgido a que abandone el poder para “evitar una espiral de violencia que sería incontrolable” e insistió en que se trata de una medida de “total convergencia” con EU y Canadá.
Una decena de gendarmes franceses llegaron ayer al aeropuerto de Puerto Príncipe en un avión militar para reforzar la seguridad de la embajada gala en ese país caribeño.