Reuters
KANDAHAR, Afganistán.- El derrocado movimiento Talibán de Afganistán se disculpó ayer por un ataque con bomba en la sureña ciudad de Kandahar, que mató a 16 personas —entre ellas varios niños— y dijo que había sido un intento fallido dirigido a las fuerzas estadounidenses.
La derrocada milicia islámica inicialmente negó su participación en la explosión del martes cerca de una instalación militar mientras pasaba un grupo de niños en su camino a la escuela.
La explosión se produjo dos días después que fuera adoptada una nueva constitución en Kabul, que los afganos esperan que los lleve a un período de paz y estabilidad tras un cuarto de siglo de derramamientos de sangre.
“Fue un error de nuestros mujaidines”, dijo el comandante del Talibán, mullah Sabir Momin, por teléfono satelital.
“Queríamos atacar la oficina del Equipo Provincial de Reconstrucción en la ciudad, pero debido a un pequeño error, este plan fracasó”, dijo.
Los PRTs son grupos civiles-militares, la mayoría bajo una coalición de fuerzas encabezadas por Estados Unidos en el país, emplazadas en Afganistán para mejorar la seguridad y respaldar los esfuerzos de reconstrucción. El PRT en Kandahar está bajo mando estadounidense.
Importantes misiones de ayuda han sido suspendidas casi en un tercio del país debido al deterioro de la seguridad, y gran parte de la violencia se atribuye al Talibán y sus aliados.
Momin dijo que las fuerzas estadounidenses y aliadas con frecuencia pasaban por la ruta donde ocurrió la explosión.
Una persona fue arrestada por las autoridades afganas poco después de la explosión, pero Momin dijo que no conocía al individuo y que los guerrilleros del Talibán habían escapado en motocicletas.
El comandante del Talibán instó a los residentes de la polvorienta Kandahar —antiguo bastión del movimiento radical islámico— a mantenerse alejado de edificios pertenecientes a fuerzas estadounidenses o afganas, y agregó que estos serían atacados pronto.
