EFE
ATENAS, GRECIA.- La tenista belga Justine Henin, número uno del mundo, ganó ayer la medalla de oro de los Juegos de Atenas, al derrotar en la final a la francesa Amelie Mauresmo (6-3, 6-3), segunda favorita, que quedó relegada a la medalla de plata.
En su debut en unos Juegos Olímpicos, Henin se hizo acreedora de la presea dorada ante una rival que no dio el nivel que había mostrado a lo largo de la competición.
A Henin le bastó con romper dos veces el saque de su rival para hacerse con las dos mangas que le permitieron ascender hasta el Olimpo.
Con este triunfo, Henin demostró que está recuperada de los problemas físicos que le apartaron de las canchas durante los tres meses anteriores al inicio de los Juegos.
Su última aparición en una pista se remontaba a la segunda ronda de Roland Garros, cuando fue eliminada por sorpresa por la italiana Tathiana Garbin.
Aquella derrota, que puso fin a su defensa del título del Grand Slam de París, había venido precedida de otra larga ausencia de las pistas.
Pero Henin volvió a los Juegos plenamente restablecida y eso se dejó notar en el torneo, en el que sólo cedió una manga, aunque estuvo a punto de costarle caro.
Fue durante el partido de semifinales contra la rusa Anastasia Myskina, tercera favorita, que gozó de un 5-1 a su favor en el tercer set, una ventaja de la que no supo sacar provecho para fulminar a la número uno del mundo.
La rusa, ganadora este año de Roland Garros, ni siquiera pudo subir al podium, ya que perdió la final de consolación frente a la australiana Alicia Molik, que logró así la medalla de bronce, el mayor éxito en la carrera de la tenista de 23 años.
Henin suma un nuevo título a su palmarés en una temporada irregular marcada por las lesiones.
Tras haber comenzado con fuerza, con triunfos en los torneos de Sydney, Dubai, Indian Wells y, sobre todo, en el Abierto de Australia, primer Grand Slam de la temporada, Henin desapareció del circuito por problemas físicos durante un mes y medio y no regresó hasta el inicio de Roland Garros, donde defendía título.
La tenista cayó en segunda ronda y reconoció que había precipitado su vuelta a las pistas y que había adolecido de una preparación más cuidada.
Desde aquel partido no volvió a competir hasta el inicio de los Juegos.
A sus 22 años, Henin suma 18 títulos individuales, entre ellos tres Grand Slam, Roland Garros y el Abierto de Estados Unidos de 2003 y el Abierto de Australia de este año.
Desde octubre de 2003 ocupa la primera plaza de la clasificación mundial.
En 1995 empezó a trabajar con el argentino Carlos Rodríguez, que sigue siendo su entrenador actual y que marcó su tenis de un espíritu ganador.
Los primeros pasos tenísticos los dio a los 12 años en el seno de las estructuras federativas de su país, en las que ingresó tras preferir la raqueta al futbol.
Pero fue 1997 el año que marcó su vida, tanto por los acontecimientos positivos como por los negativos. Ese año ganó la Orange Bowl y el júnior de Roland Garros, lo que le decidió a pasar a profesionales.
Pero en 1997, Henin perdió a su madre, auténtico acicate de su carrera, una muerte que marcó su vida.