El asaltante rumano de 19 años se encuentra en situación ilegal en España.
26 de mayo 2004.
Madrid, (EFE).- La entrega del atracador atrincherando en un banco de la localidad madrileña de Alcalá de Henares puso fin hoy a casi ocho horas de tensión, en las que un joven rumano mantuvo como rehenes a varias personas.
La Policía detuvo a Ovidio Antón, de 19 años y en situación irregular en España, después de convencerle, con la ayuda de un mediador, de que depusiera su actitud.
El atracador, quien había amenazado con suicidarse, salió de la sucursal bancaria del BBVA acompañado por el mediador y con una actitud tranquila y serena, lo que aprovechó la Policía para detenerle a las 20.15 hora local (18.15 GMT) y liberar a las tres personas que permanecían retenidas.
El joven entró en el banco a las 12.30 hora local (10.30 GMT) con dos armas, una corta y otra larga, gafas de sol y una gabardina, con la intención de perpetrar el atraco y tomó a una decena de rehenes.
No obstante, dejó salir a la mayoría de ellos antes del desenlace del suceso.
Pero en el edificio en el que se encuentra la sucursal había catorce personas en las dos plantas superiores, que en su mayoría pudieron ser liberadas por la Policía.
El ciudadano rumano, quien llegó a España hace algo más de cuatro meses y se encuentra sin empleo, comenzó pidiendo 50.000 euros (unos 60.500 dólares), pero elevó esta cantidad a entre 500.000 y un millón de euros (600.000-1,2 millones de dólares) y un helicóptero para poder escapar.
También pidió un televisor para seguir las noticias y un cargador de teléfono móvil, que le fueron entregados.
Una de las mujeres que estaban en la sucursal relató que el atracador entró en la oficina diciendo "al suelo, al suelo, el dinero", y que tras gritar "señoras fuera" dejó salir a las mujeres al comprobar que algunas de las de mayor edad no podían agacharse.
El suceso provocó una amplio despliegue policial en torno al banco, donde también se desplazaron miembros de los servicios sanitarios, aunque ninguna persona resultó herida.
En Rumanía, Antón había estudiado hasta segundo curso de veterinaria. En España, donde también se encuentra su madre, trabajó temporalmente cuidando niños y como obrero de la construcción.
