Los terroristas dieron 48 horas para la liberación de las mujeres iraquíes que están en las cárceles o matarán a los rehenes, pero sólo hay dos, ambas funcionarias de Saddam Hussein.
20 de septiembre 2004.
Bagdad,(EFE).- El plazo dado por un grupo radical islámico para la ejecución de dos ciudadanos estadounidenses y un británico, a los que mantienen como rehenes, expiró este lunes, mientras se desconoce la suerte de otro centenar de personas en poder de diversas organizaciones radicales iraquíes.
La amenaza de asesinar a los tres occidentales se vio agravada hoy con la muerte de un destacado líder religioso suní, el jeque Jazem Al-Zeidi, miembro del Comité de Ulemas Musulmanes, quien fue secuestrado y posteriormente asesinado en el suburbio shii de Ciudad Sader en Bagdad, según anunció el Comité.
"El jeque Al-Zeidi fue secuestrado tras las plegarias de la noche de ayer junto a otros dos religiosos en Ciudad Sadr. Estos dos últimos fueron puestos en libertad, pero el cuerpo tiroteado del jeque fue hallado esta mañana junto a la mezquita suní de Al Sayad de Ciudad Sader", explicó por teléfono a EFE otro miembro del Comité de Ulemas, el jeque Mohamed Mashar al Feidi.
Según Al Feidi, la de Al Sayad es una de las tres mezquitas suníes de Ciudad Sader, donde la mayoría de la población -hasta dos millones de personas- es de confesión shii.
El jeque Al-Zaidi era el principal coordinador del Comité de Ulemas, una de las más altas instituciones suníes de Irak, con miembros de otras escuelas religiosas del país.
Precisamente este Comité se ha visto envuelto en varios de los casos de secuestros de occidentales, al actuar como mediador entre diferentes gobiernos y grupos de la resistencia suní del país.
Mientras, el clérigo radical shii Muqtada al Sader condenó el secuestro de 18 miembros de la Guardia Nacional iraquí y exigió su "liberación inmediata", de acuerdo con su portavoz, el jeque Hasan al Sarqani, según anunció la cadena árabe de televisión Al Jazeera.
Un grupo armado autodenominado "Brigadas de Mohamed ibn Abdala", aseguró tener a 18 miembros de la Guardia Nacional iraquí en su poder, y amenaza con asesinarlos si no se pone en libertad a un destacado líder del movimiento de Al Sader, el jeque Hazem al Arayi.
Este jeque y su hermano fueron detenidos ayer por las fuerzas de seguridad iraquíes en el barrio de Kazemiya, al norte de Bagdad, acusados de alentar las revueltas chiíes en Ciudad Sader.
Según el portavoz de Múqtada, "los secuestros no están entre nuestras costumbres y rechazamos totalmente la captura de estos miembros de la Guardia Nacional", y añadió que su organización continúa "abierta al diálogo con las autoridades iraquíes".
La suerte de los tres empleados occidentales secuestrados el pasado jueves en su casa en el centro de Bagdad está en manos del grupo Tauhid ual Yihad, comandado por el terrorista jordano Abu Musab Al Zarqawi, que dio 48 horas de plazo para la liberación de las mujeres iraquíes presas en dos cárceles o matarán a los rehenes.
Sin embargo, fuentes militares estadounidenses aseguran que sólo hay dos mujeres detenidas, ambas altas funcionarias envueltas en los programas de armamento con el régimen de Saddam Hussein.
Tauhid ual Yihad, uno de los grupos más sangrientos en Irak, ya cumplió sus amenazas en otras ocasiones. Un empleado norteamericano de telecomunicaciones, Nicholas Berg, fue decapitado el pasado mayo. Un mes más tarde, también acabaron con la vida del traductor surcoreano Kim Sun Il.
Más de cien extranjeros han sido secuestrados en Irak desde el pasado abril por diferentes organizaciones y varios de ellos asesinados.
Al menos otros cinco occidentales siguen en manos de sus captores: dos trabajadoras humanitarias italianas, un norteamericano y dos periodistas franceses.
El grupo que secuestró a los dos franceses aseguró el sábado que los dos reporteros habían accedido a cubrir las acciones de la resistencia a cambio de su libertad, pero hasta el momento los dos periodistas no han dado señales de vida.
Por otro lado, tres miembros de la Guardia Nacional iraquí (un capitán y dos subtenientes) murieron anoche en los alrededores de Latifiya, a 50 kilómetros al sur de Bagdad, cuando el vehículo en el que se desplazaban fue alcanzado por una granada anticarro, según fuentes de la comisaría de Latifiya.
Además, un traductor kurdo iraquí que trabaja para las tropas estadounidenses fue asesinado a tiros por desconocidos en Baquba, a 90 kilómetros al noreste de Bagdad, según informó hoy la cadena de televisión qatarí Al Jazeera.