Impera en los mercados sobre ruedas el disimulo de las autoridades y el abuso de los sedicentes líderes
Es miércoles. Más de 200 personas preparan puestos metálicos, plataformas o simples tendidos en el suelo para hacer la venta. Todavía no hacen ?la cruz? cuando ya empezaron los problemas de desorganización. Cada semana ocurre lo mismo. Esperar el domingo es lo que reconforta a estos vendedores.
El Ayuntamiento, ante la añeja existencia de esta forma de hacer negocio, ya la toleró e inclusive la reguló con la expedición de permisos y la vigilancia de Inspectores Municipales.
A uno de los vendedores del Tianguis La Fama que se instala en la colonia José Revueltas, mejor conocida como parte de Las Piedreras, se le atravesó un problema familiar desde un día antes, o al menos eso se rumoró entre la gente.
Por ende, como ayer no pudo usufructuar ese lugar por el que paga anualmente el refrendo de un permiso municipal, éste fue subarrendado por el líder de la vendimia callejera. La situación provocó problemas. Se solucionaron con 40 pesos.
Son las 8:00 de la mañana y el Libramiento San Ignacio ya empezó a ser ocupado por los comerciantes de fruta, verdura, lácteos y abarrotes. Poco a poco ha ido creciendo el auge de este ?tianguis rodante?, a tal grado que ya no se escapa ni un día a la semana.
Los lunes, el movimiento de los negocios sobre ruedas se registra en el fraccionamiento Huizache I. La molestia de algunos vecinos de esa zona de la ciudad fue superada con el paso del tiempo. Hoy es una de las plazas que más réditos deja a los que han logrado vivir del negocio ambulante que se mueve de un lado a otro.
A veces con menos vendedores que de costumbre, sobre todo cuando se trata de días intermedios de la quincena, los días martes el sitio de reunión de los vendedores ambulantes es el campo deportivo del fraccionamiento Joyas del Valle, así como parte de la colonia Emiliano Zapata.
Esta verbena que visita diversas colonias, fraccionamientos y zonas de la ciudad de Durango crece casi cada semana con al menos un negociante más. Inspectores Municipales estima que en días de importante movimiento económico llegan a concentrarse en un solo tianguis hasta 300 vendedores.
Para el jueves, las camionetas de carga trasladan estructuras y mercancía a la colonia El Ciprés, donde, como en el resto de las ubicaciones, la venta de productos es prolífera y se puede encontrar toda clase de artículos nuevos y usados, originales y de fayuca, baratos y caros, con una sola característica en común: adquirirlos implica no obtener factura con requisitos fiscales, mucho menos una nota de compra.
Los líderes en cada colonia o lugar donde se instalan estos tianguis ?rodantes? son los que hacen negocio aprovechando la necesidad de trabajo de decenas de familias. Son ellos los que realizan cobros adicionales, castigan retirando a los que no se disciplinan, auspician el influyentismo en unos cuantos y, en sí, hacen negocio con los negociantes.
Otros rumbos que reciben la visita de estos gitanos del comercio local son la colonia 5 de Mayo, el bulevar De las Rosas y muchos otros segmentos de las zonas Norte y Sur de la ciudad.
Para el sábado se diversifican los vendedores en distintas sedes del tianguis ambulante. Los que ya han sabido acoplarse al negocio y saberlo usufructuar tienen hasta sucursales en diferentes mercados de manera simultánea; es decir, mientras son dueños de puestos de comercio en el Mercado Gómez Palacio, en el ex Cuartel Juárez, en el ex Campo Deportivo o en las calles Patoni y Pasteur, al mismo tiempo tienen vigentes algunas plataformas en los tianguis callejeros.
Siendo un régimen fiscal que ya compete al Gobierno del Estado de Durango, estos comerciantes en su gran mayoría afirman no haber recibido instrucción alguna de la autoridad para incorporarse al Régimen de Pequeños Contribuyentes.
Y mientras no tributan más que la cuota anual que les pide el Municipio ?excepto, claro, los más influyentes-, los días de venta se supeditan a los ingresos que se obtienen sábados domingos.
En los sábados los fraccionamientos Fidel Velázquez y Domingo Arrieta dan hospedaje de unas cuantas horas a casi 300 vendedores. Todos ellos y los del resto de los tianguis más pequeños, sin embargo, se preparan para el mejor día de la semana: el domingo.
Como si se tratara del Día de la Virgen o del Aniversario de la Independencia de México durante cada domingo, en la Explanada de los Insurgentes que se localiza a las afueras del Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe, son muchas las similitudes de la vendimia local con respecto a Tepito o La Lagunilla.
Aunque, claro, la gran diferencia son las proporciones. Pero el hecho es que ahí se concentran casi mil comerciantes de todas las organizaciones de vendedores y líderes sociales para hacer negocio. Ahí se localiza de todo.
En ese lugar las autoridades podrán hacer intentos para acabar con ilícitos como la piratería y la venta de artículos de dudosa procedencia. Pero nunca lo logran. A la siguiente semana la historia se repetirá durante cada día en las diferentes zonas de la ciudad.