TORREÓN, COAH.- Llegamos a la orilla de fase regular del Torneo Apertura 2004; durante 17 fechas vimos cómo poco a poco se iban aclarando las dudas y las interrogantes que surgen previo a cada campeonato.
Sin lugar a dudas podemos decir que el común denominador en esta ocasión no fue lo regular de la irregularidad en los equipos, sino la latente polémica que surgió durante el transcurso de las jornadas. Era más fácil prender la hoguera de las pasiones con una declaración, un derechazo a miembros del cuerpo arbitral en los vestidores o una cantante que se le olvida el ?mas si osare?.
En esta última fecha Veracruz se llevó la atención de todo el país, sin tocar la bola ni meter un gol, o ¿usted se acordó que esta jornada fue a favor del Teletón?
Para unos literalmente los escualos brillaron más en su ausencia, para otros era lo más aberrante que había sucedido en el futbol mexicano. Como si los campeonatos otorgados de un equipo a otro equipo de un mismo dueño fuera un gran logro para la historia del futbol mexicano.
Herrerías tomó una decisión que afectó a varios intereses, es un hecho, sin embargo lo que llama la atención es la forma de cómo el grupo de jugadores están con su directiva, lo que habla de un convencimiento entre ellos y de unidad que poco se da en otros equipos.
Y vendrá el juicio para Herrerías, mientras que se inicia la liguilla que esperamos nos despierte con mejor futbol, porque ya no queremos dormir con encuentros que tienen todo menos futbol.
Las decepciones fueron como cada torneo en los conjuntos eliminados de la liguilla, pero que en esta ocasión caló hondo y profundo en la afición mediática de la capital. Aquí cabe preguntar, ¿acaso no son también fracasos los de Jaguares, Morelia, Puebla, Tecos, Dorados, Necaxa, Tigres o Santos Laguna? Por qué nada más los ?históricos? que juegan a 15 minutos de sus televisoras o estaciones de radio.
Sólo Pumas que se despertó al final para con las garras aferrarse al octavo lugar y el ?Profe? Cruz con el Atlante hizo lo que ningún secretario de Estado ha hecho, con pocos recursos hacer mucho.
En Monterrey también se hicieron bolas, en especial con los Tigres. Primero una lesión grave a Campagnuolo, quien era pilar en la portería, posteriormente el castigo a ?Cuqui? Silvera de cinco partidos que aún sigue pagando, y luego la queja de algunos jugadores en cuanto a la dirección de Nery Pumpido, que concluyó con la eliminación de los felinos y la destitución del argentino.
Desaparecidos en este torneo estuvieron Morelia, Jaguares, Necaxa y Santos Laguna. Quienes caminaron un paso para delante y dos para atrás fueron Puebla, Tecos y Dorados, los cuales pelearán el próximo torneo por no desaparecer en la Primera División.
Santos Laguna y su afición vivieron en un año lo que en otros conjuntos les habría pasado en una década. Por ello se puede entender muchas actitudes entre jugadores y afición, la urgencia de mejores resultados o bien un equipo que dé gusto ver en la cancha por el espectáculo que da.
Suficiente zozobra tiene el seguidor guerrero con el hecho de que el equipo se va a vender, así como no hay ningún plan en concreto para un nuevo estadio y que ahora la pasión surge a partir de la posición en la tabla general, como para esperar con angustia el momento en que caerá el gol del rival y sistemáticamente aceptar que no se puede hacer más, ?son cosas del futbol?.
Es necesario un plan bien establecido entre directiva, equipo y afición para crecer, porque de lo contrario llegaremos a esperar que cada torneo se salve del descenso y se instale la mediocridad en todos los ámbitos que rodean a la institución.
