Agencias
MADRID, ESPAÑA.- Los analistas indican que la inesperada victoria electoral del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y las incertidumbres que provoca su llegada al poder se dejarán notar especialmente en el sector eléctrico.
El partido de Zapatero aboga en su programa por el cumplimiento estricto del Protocolo de Kyoto, lo que perjudicaría especialmente a Unión Fenosa y Endesa. Por contra, los expertos descartan que el nuevo Gobierno tenga repercusiones en la construcción.
Unión Fenosa y Endesa se han convertido hoy en dos de los peores valores del Ibex 35, con caídas que han llegado a superar el 6 por ciento.
Merrill Lynch ha dado el banderazo de salida a las ventas al rebajar su recomendación sobre Endesa de comprar a neutral y asegurar que no espera que el PSOE “genere un escenario positivo para las eléctricas españolas con fuerte dependencia del carbón”.
El banco también ha señalado que no ha modificado las recomendaciones de Unión Fenosa e Iberdrola porque ya estaban en neutral.
“Lo que está detrás de las fuertes caídas son las fuertes dudas sobre el planteamiento del PSOE sobre el sector”, asegura ING Financial Markets. Y es que el programa electoral del partido de Zapatero incluye el “cumplimiento estricto” del Protocolo de Kyoto, que limita enormemente las emisiones contaminantes. “Eso perjudica especialmente a los principales contaminantes por CO2, que son Unión Fenosa y Endesa”, señala el banco holandés.
Indra ha sido otra de las compañías que acompaña a las eléctricas en la cola del Ibex 35, con un retroceso del cinco por ciento. Su rival Amper cae un 6.5 por ciento.
Un analista de un gran banco de inversión europeo asegura que es una reacción “un tanto absurda”, y que se basa en el temor a que “Zapatero va a sacar a España de la alianza actual con Estados Unidos en materias de política internacional, y que eso va a traer consigo que Indra obtenga menos contratos de defensa al otro lado del Atlántico”.
Además, ING minimiza el riesgo de un cambio en la presidencia de Indra porque Javier Monzón ya fue responsable de la compañía durante el anterior Gobierno socialista.
Las dudas sobre posibles cambios en las direcciones de las empresas, sin embargo, sí están arrastrando a otras compañías.
La más destaca de todas ellas es BBVA, la entidad para la que trabajaba Miguel Sebastián, posible ministro de Economía con el PSOE. No obstante, el departamento de análisis de Caja Madrid Bolsa afirma que “no es probable que el resultado de las elecciones afecte a las valoraciones ni al negocio de la banca comercial”.
Y, sin embargo, BBVA desciende un 3.35 por ciento, frente al 2.7 por ciento de Santander y el 2.9 por ciento de Banco Popular.
Luis Vadillo, de Renta cuatro, reconoce que “la incertidumbre es mayor para BBVA” porque el mercado sopesa la posibilidad de un cambio en su presidencia. Un analista de una firma internacional añade que, en cualquier caso, “el actual equipo gestor procede de BBV (José Ignacio Goirigolzarri, Julio López, Vitalino Nafría), con lo que la salida de González no supondría cambios sustanciales en el modelo de gestión”.
La cadena de tiendas de aeropuerto Aldeasa, por su parte, es el peor valor del mercado continuo y ha llegado a caer más de un siete por ciento. Una analista de un banco español estima que la llegada del PSOE al Gobierno podría precipitar el relevo de su actual presidente, José Fernández Olano.
Otro de los sectores afectados será el de la construcción. BBVA Research dice que el ciclo de la construcción ya daba signos de agotamiento y que el cambio de Gobierno puede introducir aún más cautela en el sector. Inés Egido, de Caja Madrid, añade que “tras las elecciones suele producirse un parón de algunos meses en el ritmo de adjudicación de contratos que al final tiene reflejo en los resultados”. A medio y largo plazo, sin embargo, Egido no espera grandes efectos sobre el sector y asegura que la fuerte caída de FCC, que ha llegado a superar el seis por ciento, “se debe en parte a la posibilidad de que Esther Koplowitz sea quien compre la participación de Veolia en la compañía, ya que eso implicaría que no es necesaria una OPA”.
