Agencias
MÉXICO, DF.- México es el país mejor preparado en Latinoamérica para enfrentar la competencia china, señaló ayer en Biarritz Robert Devlin, director adjunto del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
Devlin precisó que fuera de Chile que ya lleva diez años comerciando con Asia y es el país más avanzado en su comercio con China, México destaca en Latinoamérica porque cuenta con atributos que no tienen otros países de la región, pero que tampoco tiene la propia China, como la cercanía con Estados Unidos, un Tratado de Libre Comercio con Norteamérica así como un importante sector turístico.
El funcionario internacional que participó en el primer día de actividades del Quinto Foro de Encuentros Europa-América Latina en esta ciudad del suroeste de Francia, insistió en que la competencia con China no es necesariamente una desventaja, puede ser un estímulo.
?Es un llamado a despertarse, a ser conscientes que los países deben estar preparados para competir en forma global. Porque el fenómeno chino no es algo aislado, detrás ya vienen otros países como la India?, dijo Devlin.
De acuerdo con el representante del BID, la experiencia que ha tenido el sector privado con el TLC fue una buena inversión y ha preparado a las empresas para competir a nivel global.
Enfrentar a los mercados de la Unión Europea y de China, dijo Devlin, es sólo cuestión de hacer los ajustes que corresponden. El funcionario destacó la similitud de los patrones de exportación entre China y México en términos de productos, consideró que México deberá reaccionar rápidamente en estos ajustes para no desaprovechar los atributos competitivos con los que cuenta.
?Los estudios del Banco Mundial en relación al TLC sugieren que México ha sido lento en términos de programas proactivos de mejoramiento de su competitividad. Las preferencias con las que contaba gracias al TLC son muy buenas pero cuando los demás países mejoraron su productividad estas ventajas fueron cada vez menores?, apuntó.
Consideró necesario que las empresas prevengan que la búsqueda y adaptación a nuevos mercados toma su tiempo y no es inmediata como lo muestran la evolución que han tenido las transacciones comerciales entre la Unión Europa y México desde que las dos partes firmaron un tratado de libre comercio en 2000.
?El TLC con la Unión Europea es una ventana que hay que tratar de aprovechar mejor. El problema es que los empresarios mexicanos están acostumbrados a producir para el mercado estadunidense?, comentó Devlin, quien consideró necesario que el Gobierno mexicano desarrolle programas e incentivos para que los empresarios mexicanos tomen más en cuenta las oportunidades que ofrece Europa.