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Washington, EU.- México tiene la más alta proporción de banca extranjera de América Latina, en parte como subproducto de la crisis de 1995, para solucionar la pérdida de capital, según informes del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
El reporte ?Desencadenar el Crédito: Cómo Ampliar y Estabilizar la Banca? mostró que en 1995, la proporción de banca extranjera en México era alrededor de cinco por ciento, y que para 2002 se elevó a más del 70 por ciento.
?La extranjerización de la banca fue un subproducto de la crisis, no fue una política explícita de extranjerización?, explicó Eduardo Lora, asesor de investigaciones del BID.
?Fue una manera de encontrarle solución a los problemas que había dejado la crisis, los problemas de pérdida de capital que tenía todo el sistema, que fue donde fue drenado al sector público?, añadió.
Por comparación en términos aproximados, la participación de la banca extranjera en Argentina era cercana a 58 por ciento en 2002, 57 por ciento en Chile, 55 por ciento en Perú, 27 por ciento en Brasil y menor a 20 por ciento en Colombia.
Lora precisó que México ha tenido un desarrollo complementario en otras partes del sistema financiero, que ha sido muy importante y que no se observa en otros países de la región.
?En México la banca no es muy grande para el tamaño relativo del país, pero otros segmentos financieros sí lo son, y algunos son muy sofisticados, por ejemplo los relacionados con crédito hipotecario?, con un desarrollo reciente muy importante, explicó.
En procesos financieros similares, en muchas ocasiones no hay reversa, y una vez que cambia el sistema financiero no se puede volver atrás con facilidad, puntualizó.
?Eso no quiere decir que sea deseable quedarse con un sistema financiero que es básicamente extranjero?, aclaró.
Expuso que la mezcla de mercados que puede atender el sistema financiero extranjero no es la misma que pueda atender el sistema financiero nacional, y que el comportamiento político del público frente a la banca extranjera no es la misma que frente a la nacional.
Por lo tanto, la respuesta regulatoria hacia las crisis seria distinta, agregó.
?Por eso es más aconsejable tener un sistema balanceado, donde no existan riesgos políticos de perjudicar a una parte del sistema en contra de la otra?, resumió.
Lora agregó que el papel de la banca extranjera depende muchas veces de las circunstancias nacionales, pues algunos países ?funcionan muy bien con una banca que es muy extranjera, y hay otros países en los que genera una gran resistencia? la presencia foránea.
El reporte del BID presentado este miércoles señaló en general la necesidad de que los países de América Latina fortalezcan y mantengan la reforma de sus sistemas bancarios para lograr mayores tasas de crecimiento, competitividad comercial y estabilidad.
Los sistemas bancarios de América Latina tienen un desproporcionado impacto financiero como instrumentos de crédito e inversión, porque otros mercados de capital, tales como los mercados bursátiles, son relativamente pequeños, según el informe.
?Habida cuenta de que son pocas las fuentes alternativas de financiamiento, el desarrollo y la estabilidad del sector bancario resultan cruciales para lograr una senda estable de crecimiento económico?, agregó.