TORREÓN, COAH.- Los Toros de Tijuana están muy lejos de ser aquel equipo gris, insípido y sotanero que hasta 2003 fueron los Tecolotes de los Dos Laredos; una inversión millonaria y la suerte de tener buenos peloteros para negociar, así como algunos derechos de retorno, hoy convierten a la escuadra de la frontera en protagonista de la Zona Norte y aspirante seria al título.
Desde que Víctor Lozano Rendón vendió la franquicia a la familia Reyes Madrigal, Martín y Francisco se han encargado de dar la cara ante la Liga Mexicana en asuntos oficiales, pero en el seno del beisbol profesional existen una serie de dudas en torno al manejo correcto de esta organización fronteriza, sencillamente por aquello de no hacer cosas buenas que parezcan malas.
Después de ser uno de los equipos con presupuesto más pobre en la Liga Mexicana, los Tecolotes de los Dos Laredos pasan a convertirse en una organización millonaria, capaz de pagar hoy en día 400 mil pesos mensuales a un solo jugador mexicano, que hace apenas dos años fue campeón de la Serie Mundial con los Angelinos de Anaheim.
Cuando el puertorriqueño Armando Ríos ya estaba arreglado para venir a Vaqueros Laguna, de pronto informó que se iba a Tijuana, seguramente sobre la base de un acuerdo ilegal para lo establecido por la Liga Mexicana, que a partir de 2004 estableció un tope salarial para refuerzos extranjeros. El caso de Luis Landaeta es muy similar, ya que con los Leones de Yucatán nada enseñó en el arranque de la temporada, por lo que fue enviado a los Toros, en donde ha mantenido ese nivel que algún día lo llevó a jugar en el mejor beisbol del mundo.
¿Cuál es la verdad?
Con el fin de conocer la situación legal de la directiva de los Toros de Tijuana, se cuestionó a José Antonio Mansur, en su calidad de presidente de Vaqueros Laguna y miembro de la asamblea de la Liga Mexicana. El directivo informó que oficialmente la familia Reyes Madrigal está al frente la nueva franquicia con sede en Tijuana, situación que coincide con la información “oficial” que maneja el libro Quién es Quien, en su versión 2004.
Hace algunos días la cadena deportiva ESPN 2, difundió una información en el sentido de que el verdadero propietario de los Toros de Tijuana, es un señor de apellido Uribe, dueño de gasolineras en aquella región del país y al parecer también en territorio de los Estados Unidos.
Parece increíble que el hecho de cambiar la sede a Tijuana, prácticamente se haya constituido en una fuerte inversión de recursos, que hoy tienen convertidos a los astados en un equipo protagonista y aspirante serio al campeonato.
Raúl Cano y Jorge Fitch
Durante la visita de los Toros de Tijuana a Torreón en la primera vuelta, acompañaron al equipo dos personajes cuya presencia causó extrañeza; Raúl Cano y Jorge Fitch, quienes estuvieron en la tribuna del Estadio de la Revolución durante los tres partidos de la serie.
Raúl Cano se encuentra suspendido por la Liga Mexicana, debido a cuestiones irregulares que la asamblea mantiene en secreto, sin embargo, Cano ingresó indebidamente a la organización fronteriza, al pesar sobre él una sanción de carácter oficial.
En cuanto a Jorge Fitch, hasta la fecha se le considera un elemento “no grato” en esta liga, al haber sido parte fundamental en la formación de la desaparecida Asociación Nacional de Beisbolistas (Anabe), en aquel 1980, cuando el problema hizo que se tambaleara la Liga Mexicana y en general todo el beisbol profesional de país.
Hoy Jorge Fitch no está más con la organización de los Toros de Tijuana y aparentemente Raúl Cano tampoco, sin embargo, se ha podido constatar que los peloteros y miembros del cuerpo técnico reconocen como sus superiores, tanto a un señor de apellido Uribe como al mismo Raúl Cano, con quienes arreglan todo tipo de situaciones, mientras que a los hermanos Martín y Francisco Reyes Madrigal no se les ve por Tijuana.
Al visitar la página web de los Toros de Tijuana, se menciona a la empresa Proesa como encargada de la administración del equipo, mientras en el mencionado Quién es Quien aparece Visión Empresarial de Nuevo Laredo, SA de CV, con la fotografía de Martín y Francisco Reyes Madrigal.
La afición de Tijuana sufrió un serio golpe hace más de una década, al ser expulsado de la Liga del Pacífico, Jaime Bonilla, luego de que se le comprobaron manejos indebidos que atentaban contra el beisbol. Hoy, cuando Tijuana está de regreso, así sea en otra liga, sería una lástima que esos aficionados que en cada jornada llenan el estadio de los Toros, sufrieran una nueva decepción por culpa de sus directivos, quienes ante la Liga Mexicana de Beisbol presentan una cara, muy diferente a lo que en realidad mueve a este equipo fronterizo.