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TLC y Agro

Sergio Sarmiento

“Los mentirosos deberían tener buena memoria”.

Algernon Sydney

Una de las maneras fáciles que los grupos opuestos a la globalización han encontrado para cuestionar el libre comercio es generar información falsa que la mayor parte de la gente no puede verificar.

En las últimas semanas, por ejemplo, se ha insistido en que el Tratado de Libre Comercio de América del Norte es responsable por la pérdida de 1.3 millones de empleos agrícolas mexicanos. Quienes afirman esto han tenido cuidado de omitir el dato de que en los diez años del acuerdo las exportaciones agropecuarias mexicanas se han duplicado.

Más aún: las exportaciones agroindustriales, que tienen un mayor valor agregado y generan empleos de mejor calidad, se han triplicado. Si los empleos en el campo mexicano se han reducido, no es por el libre comercio, ya que lo único que ha hecho el TLC es generar un nuevo mercado para los productos agropecuarios mexicanos.

Los opositores del libre comercio aceptan que las exportaciones de hortalizas han aumentado, lo cual favorece a los productores tecnificados de Sinaloa o de Sonora. Pero añaden que los productores de maíz han sufrido por las importaciones de productos subsidiados de Estados Unidos. Esto significaría que ha habido un desplome de la producción de maíz en nuestro país.

Sin embargo, las cifras no avalan lo anterior. La producción mexicana de maíz, en lugar de disminuir, ha aumentado en los años del TLC. En 1993, antes de que el tratado entrara en vigor, México produjo 18.1 millones de toneladas de maíz. Para 2001 la producción había aumentado a 20.1 millones. Es verdad que el monto descendió a 19.2 millones de toneladas en 2002, pero se mantuvo por arriba del registro previo al TLC. La información disponible señala, de hecho, que los cambios en el régimen de lluvias han influido más sobre la producción de maíz que en el libre comercio. Pero los líderes de organizaciones políticas campesinas no organizan peregrinaciones para pedirle lluvia al Santo Niño de Atocha sino manifestaciones de protesta contra el TLC.

Se dice también que el Tratado de Libre Comercio nos ha dejado indefensos frente a los subsidios estadounidenses. No podemos competir porque no tenemos tanto dinero para subsidios como los estadounidenses. Y tampoco podemos hacer nada al respecto de esta práctica desleal. Por eso nuestros líderes acarrean a los campesinos a manifestaciones de protesta por el libre comercio.

Yo coincido en que los subsidios agrícolas son un problema, pero la verdadera solución radica en el propio TLC. El problema es que los críticos no se toman la molestia de leer el texto del tratado. El artículo 705 del tratado en su fracción sexta establece “un grupo de trabajo sobre subsidios agropecuarios... que se reunirá por lo menos semestralmente... para analizar la eliminación de todos los subsidios a la exportación que afecten el comercio agropecuario entre las partes”. La fracción séptima permite a los países signatarios “aplicar una cuota compensatoria a las importaciones subsidiadas de productos agropecuarios”.

Si de verdad nuestros líderes del campo se preocuparan por el problema, lo primero que tendrían que hacer es averiguar si se está reuniendo, “por lo menos semestralmente”, el grupo de trabajo sobre subsidios agropecuarios. Lo segundo sería determinar qué medidas ha tomado este grupo para eliminar “todos los subsidios a la exportación que afecten al comercio agropecuario”. El tercer paso sería determinar en qué casos tiene México derecho de aplicar cuotas compensatorias en los términos del TLC.

¿Por qué los líderes campesinos que encabezan las protestas en contra del libre comercio no se han tomado la molestia de seguir el camino marcado por el artículo 705? Porque poco o nada les interesa defender los intereses de los campesinos. Su propósito es otro completamente distinto. Quieren presionar al Gobierno para la aplicación de un rimbombante Acuerdo para el Campo que no genera beneficios a los campesinos pero que a ellos los hace aparecer como esforzados defensores de los intereses de los agricultores. Si para conseguir este propósito político es necesario argumentar que la producción de maíz en México se ha desplomado por el libre comercio, que así sea: nuestros líderes nunca han dejado que la verdad sea un obstáculo para su beneficio personal.

Empleos tecnológicos

Una nota del Wall Street Journal cita documentos internos de IBM que revelan que esta empresa planea mudar miles de empleos de alta tecnología y de programación fuera de Estados Unidos en los próximos años. Con esto ahorraría 168 millones de dólares anuales. El problema es que los empleos se llevarían a China, la India y Brasil. México no está considerado, seguramente porque cada vez somos menos competitivos.

Correo electrónico:

sergiosarmiento@todito.com

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