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Tom Cruise une los continentes

EFE

MADRID, ESPAÑA.- El actor estadounidense Tom Cruise aseguró en Madrid, donde presentó su nueva película El Último Samurai, que espera que, a pesar de tratarse de una visión americana sobre la cultura japonesa, sirva de punto en común entre Oriente y Occidente.

Sin embargo, explicó que lo que no tiene claro es que ayude al pueblo americano a abrirse a otras culturas, porque, dijo, "es erróneo hablar de un pensamiento y una cultura americana única".

Tom Cruise llegó a Madrid en un periplo europeo de promoción de El Último Samurai, que se estrena el viernes en España después de haber recaudado en Estados Unidos 94 millones de dólares.

En su visita no le acompañó su novia, la actriz española Penélope Cruz, a quien, según confesó a la prensa, echa mucho de menos.

El actor habló durante un buen rato de la película, de su dura preparación y de la filosofía oriental que lucha por aplicar a su vida diaria.

En El Último Samurai, Tom Cruise es el capitán Nathan Algren, un hombre a la deriva, después de haber luchado en la Guerra de Secesión, y que es contratado por el joven Emperador de Japón para crear el primer ejército profesional de la nación.

Sin embargo, cuando es capturado por los samuráis se siente atraído por esa milenaria cultura y por la filosofía y valores morales de esos guerreros a los que, finalmente, se une.

La espiritualidad que respira la vieja cultura nipona no era desconocida para Tom Cruise, ya que "hay una serie de cosas que he leído, que están en la filosofía del samurai y que coinciden con la mía".

"Para un samurai, el acto de decir algo significa que lo va a hacer, no necesita prometerlo. Su grado de responsabilidad es asumir todo lo que dice y hace. Eso lo intento aplicar en mi vida diaria. Decidir lo mejor para mí, para mi familia y para la comunidad en general", explicó.

Cruise encarna a Nathan Algren, un desencantado veterano de la guerra civil estadounidense enviado a Japón a entrenar al ejército imperial en operaciones militares modernas.

Al ser capturado por combatientes samurai, Algren aprende el estilo de vida de los antiguos guerreros, comienza a admirarlos, a entender su manera de percibir la vida y se vuelve de su lado en contra las tropas del emperador.

El dirigente quiere erradicar a los samurai, sobre todo porque el país abrió su comercio con el Occidente. "Es un película que hará reflexionar", afirmó Cruise.

En la rueda de prensa que ofreció, dijo que "la película lo lleva a uno a un lugar y una época diferentes," reconoció que fue un reto y que le gusta conocer culturas diferentes.

El actor fue nominado al Globo de Oro por su papel en la película dirigida por Edward Zwick, espera estar también en la terna del Oscar, lista en la que se ha encontrado por Nacido el 4 de Julio, Magnolia y Jerry MacGuire, pero sigue sin ganarlo.

"Espero que El Último Samurai sea una oportunidad para acercarse a una cultura diferente a la nuestra. La ignorancia es el riesgo más grande de la humanidad, de ella nacen el racismo, las injusticias, la violencia, la falta de respeto por la libertad", dijo Cruise.

Cruise expresó su convicción de que los seres humanos "hacen lo que pueden, hasta que su destino no se revela".

"Es una historia sobre el encuentro entre culturas, una película sobre el conocimiento que es el único instrumento que tenemos para vencer injusticias e intolerancias", señaló.

Dirigido por Edward Zick, el mismo de Ataque al Poder, El Último Samurai ya se ha adjudicado tres nominaciones para los Golden Globe y no se descarta su presencia en el Oscar.

Para Cruise la cultura de los samuráis le dejó "valores que me pertenecen como ser humano, como el honor, la asunción de la propia responsabilidad, la compasión entendida como la voluntad de ayudar a quien tienes cerca".

Una filosofía que, dijo, de alguna manera es la de la Scientology, a la que el actor pertenece y que en su opinión le ha permitido privilegiar su inclinación por la solidaridad hacia los más débiles.

Para demostrar su excelente estado físico, adquirido durante meses de entrenamiento que lo hicieron adecuado para el rol, Cruise se subió a una mesa y demostró a los periodistas poder tocarse los pies con las puntas de los dedos.

"Necesité cuatro meses de stretching y todos los días me ejercitaba con las espadas; hice un doble entrenamiento, el japonés y el chino y al final lo logré", aseguró.

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Disfrutan sus vacaciones

Los actores Tom Cruise y Penélope Cruz disfrutaron unas "inolvidables vacaciones" en una de las exclusivas estaciones invernales en Denver, centro de Estados Unidos, donde recibieron el año nuevo.

La pareja se desplazó al rancho de Tom, quien en estos momentos se encuentra en plena promoción de su más reciente película El Último Samurai, para recibir el 2004 al lado de familiares y amigos.

A pesar del intenso frío, que hizo escasas las salidas del grupo, el hermano de Penélope y unos amigos de la pareja esquiaron y disfrutaron snowboarding.

La actriz española prefirió disfrutar, en compañía de su hermana Mónica, de los tratamientos de belleza del lujoso hotel cercano al rancho de Cruise en el pueblo de Telluride, estado de Colorado, donde se alojaron su familia y amigos, destacó la publicación.

Temple de guerrero

Tom Cruise aumentó 11 kilos en músculo para poder pelear mientras usaba una armadura de más de 22 kilos para su personaje en la película El Último Samurai, que podría significarle una cuarta nominación al Óscar. Con Penélope y los niños a su lado, Tom Cruise afila sus habilidades, y su espada, para una película nueva.

-Como cualquier buen político, Tom Cruise quiere mantener feliz a su electorado. Mientras grababa un promocional para el programa de entrevistas The Ellen DeGeneres Show, el actor parecía estar listo para adoptar una postura con respecto a unos cuantos temas candentes. Bueno, tal vez no. Cuando la conductora le pidió que le dijera su "canción favorita para ponerse a bailar", él contestó, "Hay muchas, depende del momento". ¿Le gusta Britney o Christina? "Nunca he pensado en ello". ¿Perros o gatos? "Ambos".

-¿Correr el peligro de ganarse la antipatía de los dueños de gatos que adoran a Britney? No cuando hay dólares de taquilla en juego. Dos décadas enteras después de Negocios Riesgosos (Risky Business), Cruise, de 41 años de edad, sigue enfocado en mantener feliz al público. Su más reciente película, El Último Samurai (The Last Samurai), le ofrece otra oportunidad sustanciosa de hacerlo de nuevo.

-La estrella famosamente amante de trabajar duro interpreta a un hastiado veterano de la Guerra Civil de Estados Unidos contratado para occidentalizar al ejército japonés, pero es capturado por los samurai y queda cautivado por su código de honor, Bushido, "el camino del guerrero".

-El ambicioso papel podría darle su cuarta nominación al Oscar, ya que ya tiene nominaciones por Nacido el Cuatro de Julio (Born on the Fourth of July), Jerry Maguire: Amor y Desafío (Jerry Maguire) y Magnolia. "Su ética laboral y generosidad son legendarias, pero no podía haber imaginado hasta qué punto", dice Ed Zwick, director de El Último Samurai. "Hay escenas en donde estoy clavando su rostro en el lodo y la gente está blandiendo espadas frente a él, y él siempre estaba como, "Muy bien, ¿qué necesitamos hacer para que salga mejor?".

-Cruise comenzó a prepararse para el papel en marzo del 2002, al tiempo que dominaba los elegantes movimientos de la lucha samurai. "Al comienzo sólo pensé, ‘¿Cómo voy a hacer esto?’", dice Cruise. "No le dije eso a nadie. Les dije, ‘Ah, yo puedo hacerlo’".

-Al principio, "no podía tocarme los dedos de los pies", agrega. "Me inclinaba y no podía hacer que mis manos pasaran de mis rodillas. Yo le enseñaba algo por el lado derecho y le decía, ‘Ahora, esto sí es verdaderamente difícil’", dice Nick Powell, el coordinador de escenas peligrosas que entrenó a Cruise. "Me daba la vuelta y él decía, ‘Qué, ¿así?’ y ya lo estaba haciendo con su mano izquierda. Eso es poco común".

-Para cuando comenzó la filmación ese octubre, Cruise "se estaba poniendo en peligro físico todos los días", dice el productor Marshall Herskovitz. "No pudo haber sido fácil, pero vi a un tipo a quien sencillamente le encantaba el reto de todo ello. Solía reír después de diez horas de filmación".

-Tener a sus hijos Isabella, de diez años de edad, y Connor, de ocho años, en el set de la película en Nueva Zelanda, definitivamente ayudó a mantenerle altos los ánimos.

-A su vez, los niños llevan perspectiva a la propia vida de Cruise. Al pasar juntos los fines de semana (Cruise y su ex-esposa, Nicole Kidman, comparten la custodia) viendo películas como Buscando a Nemo (Finding Nemo) y Tierra de Osos (Brother Bear), "me ayudan a centrarme en todo lo bueno", le dijo Cruise al periódico USA Today. "Y me ayudan a darme cuenta de cuántas cosas buenas hay en mi vida".

-Tanto Cruise como Kidman dicen haber entablado amistad desde su divorcio, y él ha dicho estar feliz por ella, ahora que está saliendo con el músico Lenny Kravitz. "Siempre (la) he amado y siempre la amaré", le dijo a Dateline NBC. "En este momento estamos en una situación estupenda".

-Cruise también sigue estando muy unido a su madre y tres hermanas (su padre falleció en 1984); su hermana menor, Cass, vive con él en Los Angeles, con sus tres hijos. Y a pesar de la diplomática respuesta a la pregunta de gatos vs. perros de DeGeneres, admitió, cuando se le insistió, que su hogar incluye a un dachshund y a un beagle.

FUENTE: Agencias

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