El actor presenta la cinta LadyKillers, un remake de los hermanos Coen
Agencias
CANNES, Francia.- Cannes desplegó ayer su alfombra roja para Tom Hanks, que vino por vez primera al Festival, donde presentó Ladykillers, remake de los hermanos Coen de la película realizada en 1955 por Alexander Mackendrick (El Quinteto de la Muerte).
Pero, en su primera experiencia cannense, el actor norteamericano cuenta con dos guías experimentados. Los hermanos Joel y Ethan Coen figuran entre los cineastas familiares del Festival, en el que han presentado media docena de sus películas y que les otorgó la Palma de Oro por Barton Fink en 1991 y el premio a la mejor dirección por El Barbero en 2001.
Hanks hereda el papel que desempeñara Alec Guinness. El profesor Goldthwait Higginson Dorr, asaltante de maneras refinadas, amante de las letras clásicas y de Edgar Allan Poe, cuyos poemas recita.
Dorr tiene un plan para robar el dinero de la caja fuerte de un casino. Para llevarlo a cabo recluta mediante un anuncio clasificado otros cuatro maleantes y localiza el lugar perfecto para llevar a cabo el “golpe”, el sótano de la señora Munson (Irma P. Hall), una anciana negra ferviente feligresa de su parroquia bautista.
Para realizar su plan, el profesor alquila una habitación en la casa de la dama y la convence de que le preste el sótano en cuestión para los ensayos de su “conjunto de música religiosa renacentista”.
Pese a los “profesionales” del equipo, desde un experto en explosivos (Marlon Wayas) hasta un general vietnamita especialista en túneles (Tzi Ma), que resultan ser de una torpeza desastrosa, el golpe sale perfecto... hasta que la anciana viuda se da cuenta de que algo no anda bien. Una vez descubiertos, se impone una necesidad: matar a la dama, único testigo.
Joel Coen (director y guionista) y Etan Coen (productor y guionista) no temen la comparación con la película original, que interpretaran Alec Guinness, Peter Sellers y Katy Johnson. Ladykillers en versión Coen es una comedia de humor muy negro a la que los hermanos cineastas dan su toque particular, transformando los personajes, el escenario y la trama.
“Nos gustaba la historia, la idea era buena y estábamos seguros de que la película original sobreviviría a nuestro pastiche. No fuimos muy respetuosos con ella”, declaró Joel Coen en la conferencia de prensa de presentación del filme.
En cuanto a Tom Hanks, que vuelve con este papel a la comedia después de años de roles dramáticos, afirmó que éste es “un personaje fabuloso”.
Respecto a la inevitable comparación con la interpretación de Alec Guinness, dijo: “Hay que tener una cierta filosofía en lo que respecta a los remakes”. La interpretación de Guinness era magnífica, pero “yo traté de ignorarla lo más posible para no situarme en el territorio de otro. Abordé el papel como un clásico, un poco como si interpretara a Ricardo III”, explicó Hanks, dos veces Oscar al mejor actor por Philadelphia y Forrest Gump.
