SUN-AEE
MÉXICO, DF.- El director Frank Oz presentó su más reciente película titulada The Stepford Wives en la que hace una crítica a los estereotipos de belleza y perfección, al retratar una pequeña comunidad en la cual un toque de tecnología le ha proporcionado mujeres perfectas a los hombres.
Una sátira a los estándares de belleza y conservadurismo de la sociedad estadounidense que en un año de elecciones se podría tomar como un mensaje político, pero a decir del actor Roger Bart, quien interpreta a un gay republicano, se trató de evitar ese punto.
"Tratamos de sólo hacerla divertida. Creo que estaba haciendo un híbrido de lo que se ve en los políticos, para que no se tomara como algo personal. Si hubiera un demócrata, creo que haríamos las mismas bromas que con un presidente republicano, porque a final de cuentas hay libertad", expresó.
Por su parte, Matthew Broderick aseguró que en ningún momento se identificó con su personaje, el cual desea que su esposa deje de ser una exitosa empresaria y ejecutiva para convertirla en madre de familia abnegada.
"En realidad no creo que Joanna (personaje de Kidman) y mi esposa se parezcan en lo más mínimo. Ella es muy exitosa y podría deshacer este edificio con una mirada, pero en este momento creo que puedo sentirme tranquilo a su lado", agregó.
Pero la crítica también llega en forma de broma a los habitantes de la Urbe de Hierro, quienes de acuerdo a la cinta observan los obituarios en los periódicos para saber si hay un departamento disponible en la Gran Manzana.
"Tal vez sea cierto que muchos ven esa parte de los periódicos para conseguir casa, pero aunque se hagan bromas locales de esta ciudad, muchas personas alrededor del mundo las podrán entender porque todos tienen una idea o un concepto de este lugar".
Fue en 1975 cuando se realizó una primera versión de esta cinta basada en una novela del mismo nombre escrita por Ira Levin, pero en esta ocasión el guionista Paul Rudnick se encargó de llevarla del thriller a la comedia.
"La película se transformó de la primera, pero yo no la cambié, fue el guionista, porque modificó cada aspecto de la cinta original y sugirió a los personajes homosexuales. Paul tiene una gran percepción de la sociedad contemporánea. Esto no lo considero como un remake porque lo abordamos desde una nueva perspectiva", aclaró Frank Oz.
Y de la misma forma el guionista se encargó de mostrar cómo "es muy aterrador lo que puede pasar cuando un montón de chicos blancos y nerds con mucho dinero se reúnen".
Aunque la cinta apenas llegó a las salas mexicanas, el gran elenco que reunió Oz compuesto también por Nicole Kidman, Bette Midler, Glenn Close, Faith Hill y Christopher Walken, ha comenzado a dar de qué hablar y se espera que sea un éxito taquillero.
Ellos las quieren perfectas
Según los hombres de Stepford, Las Mujeres Perfectas deben ser lindas, felices, amables, deben hablar de manera correcta, sonreír todo el tiempo y no tocar la política ni la religión porque ésos son asuntos masculinos. Esta idílica visión de las mujeres sólo puede darse en una película que se ubica en Stepford, un pueblo de Connecticut, donde el paisaje es igualmente paradisiaco: no hay problemas de tránsito, los niños se portan bien, las flores lucen por doquier y no hay vecinos de otras razas, así que todos son rubios y bellos.
-La cinta estelarizada por Nicole Kidman, Matthew Broderick, Glenn Close, Bette Midler y Christopher Walken llega hoy a las pantallas con esa ilusión que en la actualidad se ve muy pasada de moda, porque definitivamente las mujeres contemporáneas son muy diferentes.
-En 1975 se filmó Las Esposas de Stepford basada en el libro del mismo nombre de Ira Levin. Esa primera versión fue dirigida por Bryan Forbes y estelarizada por Katharine Ross, Paula Prentiss y Peter Masterson.
-Frank Oz, el director, considera que esta nueva película no es un "remake" ya que al actualizarla se transformó en comedia.
-El final fue cambiado y el director explicó que tenían listos dos finales.
-En las dos películas se utiliza la misma locación para el club de los hombres de Stepford, el Lockwood-Mathews Mansion Museum de Norwalk, Connecticut.
FUENTE: Agencias