FIEBRE BEISBOLERA EN TIJUANA CON SUS TOROS
Todo el mundo beisbolero, tanto en México como en todo el Continente, incluyendo el Caribe, vimos en el partido del jueves pasado, a través de la televisión de cable, la formidable fiebre beisbolera que se está viviendo en la ciudad de Tijuana con la llegada del beisbol profesional después de 13 años de ausencia.
Usted recordará que Tijuana fue plaza de la Liga Mexicana del Pacífico que llegó a ganar incluso dos campeonatos, pero salió de ese circuito al igual que los Ostioneros de Guaymas. Ahora se hizo un gran esfuerzo para que Tijuana volviera a la pelota profesional, pero ya no en invierno sino en verano. Era hora de probar un clima más beisbolero que el ya frío exagerado que se vive en la ciudad fronteriza durante cada fin de año. Y el resultado ha sido asombroso.
Raúl González, presidente de la Liga Mexicana, informó que han tenido un promedio de ocho mil aficionados por función y en el partido del jueves, primero que se transmite a nivel nacional en la historia. Vimos un lleno completo en un parque renovado con capacidad para 12,000 espectadores. Y además del lleno hasta el tope el ambiente formidable, la felicidad en los rostros de estos aficionados que según se ve estaban ansiosos de poder estar en un parque de pelota.
Los nuevos Toros han respondido, ya que después de un principio fatal en que perdieron casi todos sus juegos el gerente Raúl Cano logró cambios importantes y han ganado y ganado series, ocupando actualmente el cuarto lugar cuando ya estamos a punto de terminar la primera mitad. Con ello están asegurando casi su lugar en los playoffs. Además los Toros acaban de realizar una contratación espectacular al firmar a Armando Ríos, que viene de las ligas mayores, que en una temporada hace poco llegó a conectar hasta 14 jonrones en una campaña de las mayores con los Gigantes de San Francisco. Un tremendo jugador completo que en el juego de la televisón el jueves, demostró su gran fildeo con un atrapadón en el jardín central, su gran velocidad y su ofensiva no tendrán problemas. Se embasó tres veces de cuatro oportunidades. Ya es un ídolo.