EL PAÍS
BAGDAD, IRAK.- El programa “Report” de la primera cadena de la televisión pública alemana (ARD) informó, con declaraciones de un sargento, un periodista árabe y organizaciones humanitarias, de que efectivos del Ejército de Estados Unidos torturaron a menores de edad en las cárceles de Irak para arrancar confesiones a sus padres. “Report” se encontró con lo que califica de “increíble sospecha”: en la cárcel de Abu Ghraib y otros lugares se encontraban niños y jóvenes detenidos y maltratados.
El reportaje basa sus afirmaciones en el testimonio del sargento Samuel Provance, del servicio secreto de Estados Unidos, que sirvió durante medio año en la prisión de Abu Ghraib. Provance, cinco meses después de su experiencia iraquí, vive en Heidelberg, al sur de Alemania y ha recibido de sus superiores una prohibición absoluta de hablar con la prensa.
Según Report, los remordimientos le han llevado a relatar el caso de un chico iraquí de 16 años que él mismo entregó. “Estaba muy solo y lleno de miedo. Tenía los brazos más delgados que jamás haya visto. Todo su cuerpo temblaba. Sus muñecas eran tan delgadas que no pudimos ponerle las esposas”. Continúa el sargento: “Los especialistas en interrogatorios le echaron agua encima y lo metieron en un coche con el que salieron a dar vueltas. Era una noche muy fría. Después le embadurnaron con lodo y así lo presentaron a su padre que también estaba preso y con quien habían probado sin éxito otros métodos de interrogatorio. Después los interrogadores me dijeron que al padre, al ver a su hijo en aquel estado, se le rompió el corazón, se echó a llorar y prometió declarar todo lo que sabía”. Concluye el sargento que el chico de 16 años siguió preso en aquella cárcel de los horrores que disponía de un pabellón secreto especial para niños.
Cita Report además un reciente informe de UNICEF, la organización de Naciones Unidas que se ocupa de la infancia, que confirma los casos de maltratos a niños y menores: “Niños detenidos en Basora y Kerbala fueron conducidos de forma rutinaria al campo de internamiento de Um Qasr” destinado a terroristas y criminales. Añade el informe de UNICEF: “La clasificación de esos niños como internados es preocupante porque implica un tiempo de detención indeterminado, sin contacto con las familias ni expectativa de proceso”.