La vida en rosa. Con una navaja de muelle, la señora María de Jesús Gutiérrez Martínez quita las espinas de los largos tallos de las rosas rojas, una a una, y las acomoda a un lado de la banca en que está sentada y donde improvisadamente alista su mercancía.
Su esposo Salvador Gurrola Torres la mira sentado en la silla de ruedas, mientras sus niños juegan en el pasto.
Es domingo, y son las 11.20 de la mañana. En la banca de uno de los pasillos que conducen a la fuente de Las Ranitas, también hay otras flores como nube, holandesa y margaritas, que son utilizadas como adornos complementarios.
Desde este lugar, el matrimonio prepara su mercancía en cuya venta participa su hija de ocho años. Las rosas, a diez pesos cada una, son ofrecidas a las parejas en el Parque Guadiana. Salvador tiene 38 años y es un ?luchón? porque el domingo vende rosas en este tradicional paseo y entre semana dulces en el crucero de la calle Carlos León de la Peña y Canelas.
Dulce algodón. Francisco Orona Revilla prende la máquina que empieza a dar vueltas en su parte superior y a generar ruido; arroja azúcar de color rosa al centro que regresa convertido en una especie de pelo de ángel pero de dulce. Con la mano derecha sostiene un pequeño palo al que le da vueltas y vueltas, hasta formar una pequeña nube rosa.
Es así como fabrica los ?algodones?, que atraen principalmente a los niños por sus colores y sabor. La magia de la hechura no termina ahí, porque ese algodón rosa es metido a una bolsa larga de polietileno que adentro ya trae un billete grande.
Así uno a uno los va acomodando en un palo grande hasta formar un árbol cuyas ramas son los algodones de colores.
Su puesto está ubicado en la entrada principal del Parque Guadiana. Son las 11:35 de la mañana y también se está alistando para satisfacer con su mercancía a las miles de familias que visitan este histórico paseo.
Tostados y crugientes. El señor Jesús Sánchez Sánchez mete la mano a una bolsa grande de plástico. Saca un puñado de cacahuates y los acomoda en otra bolsa más chica. Una vez que la llena la cierra con nudos, y así va formando poco a poco un pila de bolsas de cacahuate.
Ya tiene listo un garrafón con agua fresca de horchata, y en una vitrina acomodó fruta, pero todavía se está partiendo más papaya.
También venderá cañas peladas y cortadas en trocitos, con chile y limón, acomodados en una bolsa de plástico, para mayor comodidad de los paseantes que acudan este fin de semana al parque.
Son las 12:00 horas y su puesto está casi listo. Previamente levantó la estructura metálica, acomodó las lonas, las tarimas donde coloca la fruta y las bolsas de cacahuate, que es un producto de la temporada.
Estos comerciantes son solamente tres de los aproximadamente 180 que están diseminados a lo largo y ancho del Parque Guadiana, que es el paseo tradicional de los duranguenses.
De acuerdo con las normas de la principal organización de comerciantes, Fanny Anitúa, los comerciantes, en domingo, pueden empezar a instalarse a partir de las 8:30 de la mañana, pero tienen de plazo hasta el mediodía, las 12 horas. Después de esta hora, ya no lo pueden hacer.
Cada comerciante llega según sea su costumbre, y la afluencia de las familias a este paseo. Las 11 de la mañana es la hora quizá más ajetreada para ellos, porque es cuando llegan, algunos en sus camionetas, con su mercancía y sus estructuras. Las bajan, y comienzan a instalarse.
A esta hora, son todavía pocas las familias que acostumbran realizar un paseo. Son aproximadamente unas 30 las que pudieran estar diseminadas por los diferentes sectores del parque. En el corredor principal, la zona de juegos, el Lago de los Patos, el Auditorio del Pueblo, la Alberca Olímpica y el Óvalo del Parque, y frente al hospital del Seguro Social.
Los puestos van de frituras de harina, de frutas, juguetes, gorditas, elotes, algodones, aguas frescas, cañas, de fotografía, hasta de juegos mecánicos y paletas, etc.
Y el conjunto de los comerciantes sabe que las ventas comienzan a repuntar desde las dos de la tarde hasta poco después de las cinco de la tarde, que es cuando concurre la mayor afluencia de visitantes.
EN PROCESO CONSTRUCCIÓN DEL NACIMIENTO Y OTROS ADORNOS
En el recorrido realizado ayer por el Parque Guadiana se constató que está en proceso de construcción el tradicional Nacimiento que se coloca a un lado del Lago de los Patos. Además, por primera vez, en la entrada principal se colocarán adornos navideños de luces con el tema de las Piñatas, los Aguinaldos y las Velas. Además, se instalará un Árbol de Navidad de cinco metros de altura.
Los trabajos deberán estar terminados el 4 de diciembre, para su posterior inauguración oficial. Los arquitectos Nora Cecilia Silva Meléndez y Miguel Ruvalcaba Martínez son los encargados de la obra de los adornos.
Para mayor seguridad ayer se comenzaron a colocar estructuras metálicas porque se colgarán piñatas, y se instalarán mamparas dando a conocer el origen de las piñatas y los aguinaldos.
Además, se contempla adornar la entrada del estacionamiento con el tema de la Epifanía, que es la manifestación de los tres reyes magos al Niño Dios.
