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Traería presa consecuencias en Cañón de Jimulco

PRIMITIVO JAVIER GONZÁLEZ MURUATO

EL SIGLO DE TORREÓN

CAÑÓN DE JIMULCO, COAH.- La intención de construir presas puede ser buena y por lo general se utilizan enfoques de beneficios a corto plazo, pero a la larga resultan negativos, por eso siempre hay que buscar no una, sino varias alternativas antes de hacerlas, declaró Craig Macfarland, académico de Colorado y especialista en presas.

“Yo no conozco a detalle el caso de las presas del río Aguanaval, hay otros especialistas que saben más que yo, pero mi gran pregunta para los que están a favor de la presa, es ¿cuál es la razón, quiénes serán los beneficiados de las presas y a mediano y corto plazo cuál será el resultado?

Macfarland habla en lo alto de una loma, cerca del Cañón de la Cabeza, desde donde se divisa la superficie de lo que sería el vaso de la presa que lleva ese nombre. “Quizás un pequeño grupo va a obtener bastante con las presas, añade, pero se desconoce lo que pase al resto, la gente en general y la situación económica de la región”.

Con 30 años de experiencia en presas de América Latina, Estados Unidos y Canadá, el académico dice que en ocasiones hay beneficios, pero también hay muchos impactos negativos y problemas, de tal forma que se deben poner en una balanza todos los pros y contras para tratar de tomar la decisión más adecuada.

Destaca que hay otras alternativas, siempre hay otras alternativas y la primera cosa sería ver otras posibilidades que cuesten mucho menos que una presa. “A mí me gustaría que se utilizara el río en forma natural, porque esta área es fantástica en plantas y aves. Yo sospecho que poniendo esta agua en la presa, beneficiaría a unos cuantos en lo agrícola, pero a muchos otros no”.

En el caso del río Colorado, en Estados Unidos, comenta, en muchos puntos a lo largo del río se dieron cuenta que se presentaban problemas para llevar agua en partes donde antes de construir presas no había.

Caminando sobre el límite de Durango con Coahuila, cerca de la reserva natural protegida de la Sierra y Cañón de Jimulco, el especialista advierte que siempre el resultado negativo afecta a mucha más gente, en relación a la beneficiada con las presas.

Considera que la parte del turismo se puede explotar, porque hay personas que gustan de conocer este tipo de vegetación, otros que les gusta acampar. “Se pueden hacer muchas cosas y utilizar parte del agua en mantener la vegetación”.

Área protegida

Los ambientalistas de la Región Lagunera han advertido sobre el daño que causarían las presas al ecosistema ripario y en general a las especies que habitan la región donde se pretenden construir.

En el resumen del análisis del Manifiesto de Impacto Ambiental del proyecto de la presa El Cañón de la Cabeza, el investigador del Departamento de Agroecología de la Universidad Autónoma Agraria Antonio Narro, Eduardo Blanco Contreras, asegura que en los últimos 25 años ha sido más desastrosa la liberación de agua por el antiguo caucel de río Nazas (1991), que las “inundaciones” del Aguanaval, provocadas por la negligencia humana.

El investigador considera por lo tanto que el aspecto de seguridad para los poblados de la parte baja de la cuenca, no lo otorgará la presa, sino la conciencia del lugar donde se habita. “Y si se habita junto al río es por las bondades que el mismo ofrece”.

Objetivos

La Reserva Ecológica Municipal Sierra y Cañón de Jimulco, fue declarada como tal el 27 de junio de 2003 y busca alcanzar dos objetivos principales: conservar la gran riqueza biológica existente gracias a la conjunción del río Aguanaval, el matorral desértico y la Sierra de Jimulco, así como promover una mejora en la calidad de vida de los habitantes de la región, a través del aprovechamiento sustentable de los recursos naturales.

Rodolfo Walss Aurioles, director municipal del Medio Ambiente, quien guió el recorrido por el Cañón de Jimulco, dice que a un año de distancia se han registrado grandes avances, aunque desde luego quedan muchas cosas por hacer. Uno de los objetivos ya cumplidos era integrar de manera participativa a los ejidatarios en el proyecto de la reserva.

“Ya se formó una Asociación Civil donde por primera vez participan los nueve ejidos dentro de la Reserva, lo que les permitirá tener una capacidad de negociación más fuerte entre las autoridades”.

Por otro lado, anuncia que el Plan de Manejo de la Reserva Ecológica ya está elaborado, se tiene zonificada el área y están identificados los lugares restringidos para protegerlos. Uno de ellos es el Cañón de la Cabeza, por la población importante de Noas.

El resto del territorio de Jimulco, señala, no sufre modificaciones en cuanto al esquema que tiene, es decir, va seguir habiendo cultivos, ganado, aprovechamiento de orégano, mezquite. “Lo único que queremos es hacerlo de una manera sustentable, enseñarle a la gente cómo aprovechar los recursos pero sin acabarlos”.

Ya se trabaja en el Reglamento de la Reserva Ecológica Municipal, basado en el Plan de Manejo, lo que dará el carácter jurídico a la zonificación y las actividades permitidas y prohibidas dentro de la reserva ecológica.

“Lo que queremos es que esto no sea una reserva ecológica nada más de papel. Puedo decir que es la Reserva Ecológica Municipal más grande del país, que cuenta con una superficie de 60 mil hectáreas”.

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