EFE
TEHERÁN, IRÁN.- Al menos 90 personas resultaron muertas y 114 heridas por la explosión del jueves por la noche de un camión-cisterna cargado con gasolina, cuyo incendio calcinó una docena de autobuses y otros vehículos, según fuentes de la Media Luna Roja en la ciudad de Zahedan, cerca de la ciudad suroriental de Bam.
El estado de algunos heridos es muy grave, por lo que no se descarta un aumento del número de víctimas mortales en un siniestro ocurrido en la localidad de Esmat Abad, a unos 110 kilómetros Zahedan y a 50 de la ciudad de Bam, asolada en diciembre de 2003 por un terremoto que causó unos 40 mil muertos.
El choque se produjo en un puesto de control de tráfico, cuando el vehículo, cuyo remolque estaba cargado con 17 mil litros de carburante, chocó con un autobús de pasajeros.
El estallido causó un incendio que alcanzó a una docena de camiones y otros autobuses que se encontraban aparcados en un radio de cincuenta metros alrededor del puesto de control -situado tras una curva- y entre los que se propagaron de inmediato las llamas y convirtieron el área en un escenario dantesco.
Las primeras informaciones divulgadas por la televisión estatal atribuyeron el siniestro a un fallo técnico en el camión-cisterna, teoría que negó la policía.
Las últimas versiones apuntan a una negligencia del conductor del transporte, que figura entre los fallecidos por el desastre.
De acuerdo con la investigación preliminar, los repetidos frenazos del chofer habrían causado un calentamiento excesivo de las llantas de las ruedas y el consiguiente descontrol del vehículo poco antes de producirse el impacto.
Algunos testigos especularon sobre la posibilidad de que el elevado número de víctimas se debiera al estallido tras el incendio de un arsenal de munición situado junto al puesto de control, lo que asimismo desmintieron las autoridades.