Madrid, (EFE).-Millones de personas en todo el mundo estarán pendientes el próximo 8 de junio del tránsito de Venus (entre las 7.20 y 13.25, hora peninsular española), un fenómeno que se observa muy raramente en el cielo.
Es el paso de ese planeta por la línea de visión entre el Sol y la Tierra, de manera que durante unas seis horas, Venus se verá como un puntito negro sobre el fondo del gran disco brillante del Sol en extensas regiones de Europa, África, Asia y Australia. El último tránsito de Venus se produjo en 1882.
Técnicamente el tránsito es como un eclipse, pero mucho menos espectacular.
Cuando la Luna se interpone entre la Tierra y la estrella, dado que ambos cuerpos tienen el mismo tamaño aparente en el cielo, el satélite oculta al Sol completamente, mientras que un tránsito de Venus o de Mercurio, la sombra que producen estos planetas es minúscula sobre el disco dorado.
En el pasado, los astrónomos utilizaron los tránsitos para estimar la distancia de nuestro planeta al Sol. Ahora no hace falta, dado que hay medios técnicos mucho más avanzados y precisos (como radar y mediciones de naves espaciales) para determinar esa distancia, llamada Unidad Astronómica y que es de 149,597870691 millones de kilómetros.
El interés científico del fenómeno es modesto en la astronomía actual, aunque no se despreciará la ocasión y se observará tanto con telescopios solares como con observatorios en órbita. Pero sobre todo se vuelcan en el fenómeno los centros de divulgación y las instituciones que desarrollan actividades de este tipo.
Muchos astrónomos consideran que, sobre todo, es una buena ocasión para sentir o aprender el gusto por la observación y el estudio del cielo.
En Europa, el Observatorio Europeo Austral (ESO) y la European Association for Astronomy Education (EAAE) lideran el programa Tránsito de Venus, en el que varias instituciones científicas y la Unión Europea invitan a participar a todos los aficionados, y muy especialmente a los escolares y estudiantes, en una jornada de observación -con las medidas de precaución obligatorias- para el próximo martes en todos los países.
Con los datos individuales obtenidos (localización geográfica precisa y los instantes de entrada y salida de Venus en el disco solar) y debidamente transmitidos, astrónomos profesionales realizarán los cálculos de la distancia al Sol.
Concursos, explicaciones astronómicas y propuestas de juegos y de prácticas para los colegios acompañan esta iniciativa (información: http://www.vt-2004.org/). El fenómeno podrá seguirse en directo transmitido desde observatorios y por Internet. De la coordinación de las actividades españolas se encarga el Planetario de Pamplona.
'Venus, bautizado en honor de la diosa del amor y la belleza, es el planeta hermano de la Tierra, por tamaño, masa y densidad. Pero es inhóspito porque está cubierto por una atmósfera densa y gruesa. Esa atmósfera actúa como un invernadero produciendo temperaturas muy altas y hace que sea imposible ver la superficie con telescopios desde la Tierra', recuerda el ESO en una de las fichas informativas preparadas para el acontecimiento.
Este fenómeno se produce unas cuatro veces cada 243 años, en concreto son dos pares de tránsitos con un intervalo de ocho años en cada par. Esto se debe, básicamente. a que las órbitas de la Tierra y Venus no están en el mismo plano y los tránsitos sólo se producen cuando se da esa circunstancia exactamente. Como estos dos planetas tardan tiempos diferentes en cumplir una órbita alrededor del Sol, lo normal es que cuando uno alcanza el punto de alineamento el otro no ha llegado todavía, y sólo excepcionalmente, cada muchas órbitas, se produce la coincidencia.
'Se conocen históricamente seis tránsitos de Venus: en 1631, 1639, 1761, 1769, 1874 y 1882', comenta el grupo de la Universidad de Barcelona dedicado a divulgar el evento.
'Sólo a partir de 1627 fue posible empezar a predecir los tránsitos, gracias a las Tablas Rudolphinas de Johannes Kepler, autor del primer cálculo matemático del tránsito de 1631'. El próximo será el 6 de junio de 2012, y después en diciembre de 2117 y en diciembre de 2125.
Prohibido mirar directamente
Al observar el tránsito de Venus no se puede mirar directamente al Sol porque es muy peligroso: se pueden sufrir quemaduras irreversibles en los ojos. Sólo se puede mirar con un filtro especial homologado sin arañazos. Los expertos no se cansan de repetirlo y aconsejan ver el fenómeno indirectamente mediante un método de proyección del Sol.
El ESO advierte que las medidas de seguridad son más estrictas que durante un eclipse, ya que el minúsculo Venus sólo oscurecerá el astro un 0,001%, y hace las siguientes advertencias:
- Nunca mire directamente al Sol sin la debida protección de los ojos, ya que puede provocar ceguera total en unos segundos.
- Asegúrese en todo momento de que está usando filtros protectores adecuados para los ojos.
- Nunca mirar directamente a través de un telescopio hacia el Sol ni siquiera con filtros (sólo los profesionales pueden hacerlo).
Telescopios solares
Los aficionados podrán seguir el acontecimiento el próximo martes, con imágenes directas captadas por telescopios solares, a través del Instituto de Astrofísica de Canarias y el Departamento de Astrofísica de la Universidad de La Laguna.
El Instituto de Astrofísica de Andalucía tendrá en sus páginas web, en directo, las imágenes captadas con sus telescopios. También lo hará el Centro Astronómico Hispano Alemán, en Calar Alto (Almería).
La Real Sociedad Española de Física y la Real Sociedad Matemática Española, en colaboración con el ESO y el Planetario de Pamplona, han preparado diversas actividades sobre el tránsito y ha elaborado un CDrom especial. Varias instituciones han desarrollado una amplia campaña de divulgación en centros educativos y han colaborado en la preparación del material didáctico.