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México, DF.- La recreación de un funeral por parte de Michael Moore y de un enfermo terminal dentro de la institución que le niega el transplante que lo hará vivir, es el inicio de la serie que, hace cuatro años, creó polémica por su crudeza y manera en que Moore retrata a las corporaciones estadounidenses.
En estreno para toda Latinoamérica, The Awful Truth -La Fatal Verdad- se transmitió anoche para observar a un Moore más delgado y pre Masacre en Columbine y Fahrenheit 9/11 a través de Sony Entertainment Television.
Durante 1999 y 2000, este cineasta, liberal y activista, se atrevió a ir a donde nadie ha ido apuntando su cámara a personas que, por diferentes razones, están perjudicando el bien de otra.
En otro capítulo se pone a comparar a los ricos de la clase trabajadora con preguntas como el precio de una botella de Dom Perignon, el costo de una acción de IBM y los ingredientes que se necesitan para hacer macarrones con queso.
Con su típica gorra, lo que hace Moore en este programa es cerrar lo que ya había hecho con proyectos como Roger and Me y TV Nation en donde con humor, introducía al televidente promedio a temas que los medios evitaban. En su época, críticos calificaron a este programa como 60 minutos producidos por Saturday Night Live.
Retomando el primer capítulo, actualmente Moore anunció su próximo proyecto Sicko, derivado de la idea del funeral ficticio en una organización para el mantenimiento de la salud para un paciente al que le han negado el transplante del órgano que le salvaría la vida.
